Tras la derrota del PSG a manos de el Olympique de Marsella, en el Clásico del fútbol francés, se observó una batalla campal a golpes, dejando de lado el espíritu deportivo y ofrecieron un capítulo vergonzoso para los aficionados del fútbol.
El resultado de la campal fueron 12 tarjetas amarillas y 5 expulsiones, por conducta antideportiva y agresiones, tres por parte del PSG y dos por el OM, casi al finalizar el encuentro Todas en los últimos instantes del añadido. El partido fue tenso, pero se descontroló por completo en el desenlace.
Los primeros expulsados fueron Kurzawa y Amavir.Dos rojas directas a dos jugadores que se enfrentaron, literalmente a puñetazos en el centro del campo, de manera inmediata expulsaron a Paredes y Benedetto.
Neymar fue el siguiente en irse a los vestuarios antes de tiempo, ya que por las agresiones verbales con el central español, Álvaro González, y en los instantes finales desató toda su furia golpeándole en la parte de atrás de la cabeza. "Es un racista, por eso le pegué", dijo mientras se retiraba del campo.
Por si no fuese suficiente, el Clásico francés también contó con otra escena vergonzosa: Di María escupió a Álvaro, en plena pandemia del coronavirus. El VAR determinó que el escupitajo no impactó en el defensa asturiano, que se quejó ostensiblemente.
Los ánimos no se tranquilizaron tras abandonar el terreno de juego. Así lo dejó claro Neymar, quien hizo uso de sus redes sociales para seguir expresando su molestia tras lo sucedido con Álvaro González.
Fue por medio de su cuenta de Twitter en donde publicó un mensaje muy directo.
"Lo único que lamento es no haberle dado en la cara a ese pendejo", fue lo que escribió el internacional brasileño en su cuenta personal.