Demanda de México contra armerías, praxis de “abrazos y no balazos” de AMLO: Cancillería

Demanda de México contra armerías, praxis de “abrazos y no balazos” de AMLO: Cancillería

Claudia Bolaños

 

La denuncia presentada el 4 de agosto pasado en Minessota, Estados Unidos, en contra de 11 armerías por sus prácticas comerciales negligentes, forma parte de la política de “abrazos y no balazos”, del presidente Andrés Manuel López Obrador.

 

El consultor jurídico de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Alejandro Celorio Alcántara, considera que esta manera de buscar la paz del país, a través de la contención del ingreso de armas ilegales –unas 500 mil cada año-, es una forma de buscar que no haya más “balazos”.

 

En entrevista con ContraRéplica indica que en el sexenio calderonista, la inseguridad se intentaba frenar con balazos, medida que hacía ganar más dinero a las armerías porque lo mismo surten a los gobiernos que a los delincuentes.

 

“Dice el presidente Andrés Manuel López Obrador que deben ser abrazos y no balazos… y nos hemos concentrado mucho en lo de los abrazos, pero tenemos que ver cómo le hacemos para que no haya balazos, porque hasta ahora con (Felipe) Calderón todo era balazos, y a balazos los únicos que ganan son las empresas armamentistas que le pasan armas al narcotráfico y al Ejército, y él no pierde, así son las guerras”, explica.

 

Es por ello que el secretario Marcelo Ebrard, en su intervención ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, invitó a los estados “a que juntos animemos a nuestras empresas a que en el marco de su legislación doméstica se autoregulen”.

 

Ante ello, Alemania se pronunció por el rastreo de armas, con lo cual coincide México, y para lo cual los armeros tendrían que hacer una división en sus productos para un ciudadano común y los que van para la milicia, los cuales no necesariamente podrían ser rastreados.

 

Además Celorio considera que la posición de la ONU “es muy hipócrita”, pues aunque se manifiestan por la paz y el desarme, en los hechos no hay avances al respecto.

 

COMPRADOR PAJA

 

El comprador paja es el ciudadano norteamericano o documentado que hace uso de la segunda enmienda de Estados Unidos que le permite ser portador de armas, y es precisamente estas personas desempleadas o de origen mexicano quienes sirven como eslabón para el tráfico ilícito de éstas.

 

Ellos las compran, en las cantidades que quieran, sin necesidad de ser cuestionados para qué las van a usar, y luego las entregan para ser ilegalmente ingresadas por aire, tierra y agua al país.

 

El consejero señala que lo que debe buscarse es tener “tenedores responsables” de armas y tener mayor control de cómo se venden.

 

Cita que han conocido que en Texas “con tu pase de Six Flags”, usada como identificación oficial, te venden el arma. “Es muy hipócrita e inocente imaginar que esas empresas no saben que esto está sucediendo”.

 

Además, hay dos hipótesis que se manejan respecto a que las armerías toman ventaja de personas con problemas emocionales, mentales o menor desarrollo cultural, como serían los integrantes del narcotráfico y demás organizaciones criminales, señala Alejandro Celorio Alcántara.

 

“Hay dos teoría sobre la venta de armas, una es que se aprovechan de la debilidad o inmadurez del consumidor, y tú vez a desequilibrados mentales que compran armas y matan.

 

“¿Quiénes son los narcotraficantes, su perfil? Personas que no han acabado la escuela, o tuvieron una situación personal difícil”.

Así es que cuando uno de estos individuos porta un arma con la leyenda “Jefe de jefes”, como las está hacen esas armerías norteamericanas, cachas de oro, pues se sienten bien, al igual pasa con una Barret.

 

Es, indica el consultor de la Cancillería, una irresponsabilidad en la venta de sus armas, sabiendo además que hay americanos, un millón, que viven en México y a quienes afectan con sus productos. 

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