Líbano afrontaba un aumento en los casos de coronavirus después de la devastadora explosión el 4 de agosto en el puerto de Beirut, que mató a decenas de personas e hirió a miles. Las autoridades sanitarias solicitaron este lunes una cuarentena de dos semanas para intentar contener la pandemia.
Líbano registró el domingo 439 casos nuevos y seis muertes por coronavirus. Con estas cifras, el país llegó a 8 mil 881 casos confirmados y 103 defunciones.
Antes del repunte de casos por coronavirus, las autoridades de salud habían advertido del riesgo asociado a las aglomeraciones en los hospitales tras la explosión, en los funerales o buscando entre los escombros.
También se registraron protestas y manifestaciones, en las cuales los libaneses expresaron su indignación contra la clase política y por décadas de mala gestión.
El ministro de Salud de Líbano, Hamad Hassan, advirtió tras reunirse este lunes con autoridades sanitarias que la cifra real de afectados por el virus pudiera ser mucho mayor. Incluso, dijo que quizá los hospitales públicos y privados podrían estar saturados. “Es una cuestión de vida o muerte”, declaró Hassan.
