La solicitud de fondos discrecionales del presidente estadounidense Joe Biden para el año fiscal 2022 rechazó toda la financiación para el muro fronterizo, incluyendo fondos no utilizados que previamente fueron asignados al proyecto.
De acuerdo con The Hill, a diferencia del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) en la administración de Donald Trump, el gobierno de Joe Biden se ha enfocado en combatir las causas fundamentales de la migración, como se refleja en las secciones de inmigración y control fronterizo de la mencionada solicitud.
Luego de que, Biden solicitó 1,200 millones para seguridad e infraestructura fronteriza, el presidente rechazó explícitamente la financiación del muro fronterizo, la política migratoria que distingue al gobierno de Trump.
Tras su primer día en el cargo, Joe Biden firmó una orden ejecutiva para detener la construcción del muro fronterizo y, en febrero, anuló formalmente la orden de emergencia que Trump utilizó para justificar la construcción del muro fronterizo y desviar dinero de otras prioridades para financiarlo.
La solicitud de presupuesto aborda varias de las propuestas de inmigración de Biden, incluyendo los fondos para la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR), que se desprende del Departamento de Salud y Servicios Humanos.
En este documento solicita 4,300 millones para la ORR, con el objetivo de reasentar a 125 mil refugiados en Estados Unidos para 2022. Ese dinero también se utilizaría para dar refugio a los menores migrantes no acompañados encontrados en la frontera por las autoridades.
Ante lo antes mencionado, el mandatario estadounidense todavía no ordena un aumento respecto al número de refugiados que habrían de ser admitidos en el país, destacan los expertos. Asimismo, el presupuesto está ligeramente por debajo del objetivo de Biden de entregar 4 mil millones de dólares en ayuda a Guatemala, Honduras y El Salvador durante cuatro años para abordar las causas fundamentales de la migración.
El presupuesto también solicita 84 millones adicionales para abordar problemas “culturales” en Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) e Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
También, destina 345 millones de dólares para modernizar los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS) y abordar los retrasos en los procesos de asilo y naturalización. La cifra representa alrededor del triple de los 118 millones de dólares que Trump solicitó para USCIS en 2021.
El presupuesto de Joe Biden además exige un aumento de poco más del 20% a los fondos del sistema de tribunales de inmigración, lo que permitirá agregar 100 nuevos jueces para escuchar los casi 1.3 millones de casos acumulados, cifra que se duplicó en el transcurso de la administración Trump.
