Por Redacción
Más de 15 después de su salida furtiva, la Casa Real informó que el todavía rey emérito de España, Juan Carlos de Borbón, se encuentra en Emiratos Árabes, que es precisamente uno de los países con los que ha mantenido una estrecha relación con sus regímenes y de los que habría obtenido incluso un cúmulo de beneficios económicos supuestamente ilegales.
El exjefe del Estado español salió del país el pasado 3 de agosto, a raíz de la acumulación de casos de corrupción en su contra y de acusaciones de evasión fiscal por parte de una de sus examantes.
Ante la presión pública, cada vez más intensa, la Casa Real española finalmente decidió emitir un comunicado en el que informó de algunos detalles del periplo que ha hecho el rey emérito desde su salida de país. Su último viaje en el interior de España fue a la localidad gallega de Sanxenxo, donde habría comido y departido con un grupo reducido de amigos influyentes. De ahí abordó un avión privado rumbo a Abu Dabi.
En las últimas semanas se han generado varias especulaciones sobre su paradero; primero se creía que se había ido a residir a República Dominicana, después se aseguró que estaba en Portugal y, finalmente, ya se notificó de forma oficial que se encuentra en Emiratos Árabes, uno de los países con más vulneraciones de los derechos humanos y más denuncias acumuladas por la severidad de su régimen.
Precisamente, en Abu Dabi protagonizó el rey emérito español uno de sus escándalos públicos más recientes, que fue cuando acudió a presenciar el Gran Premio de Fórmula 1 y se levantó para saludar al príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohamed bin Salman, en pleno escándalo al ser señalado por toda la comunidad internacional que le apuntan como responsable intelectual de la muerte del periodista Yamal Khashoggi en la embajada saudita de Estambul, donde fue descuartizado.
En otro viaje al mismo país, en 2011, el exjefe del Estado recibió dos regalos por parte del régimen árabe, que consistió en dos vehículos de la marca Ferrari valorados en cerca de 700 mil euros.
Desde el Ejecutivo español integrado por una coalición del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Unidas Podemos, se ha mantenido en secreto el destino del rey emérito, alegando razones de seguridad y a pesar del clamor popular por conocer el destino y especialmente si su salida furtiva del país no supondría una evasión de la justicia ante el cúmulo de casos de corrupción en su contra. Sobre todo a raíz de las denuncias hechas por su examante, la princesa Corinna, con quien mantuvo una relación de varios años y a la que habría utilizado de “testaferro” para “blanquear” casi cien millones de euros procedentes de comisiones ilegales.
La salida furtiva del exmonarca español también ha provocado que se intensifiquen las peticiones de iniciar un cambio de modelo de convivencia en el país, que iniciaría por una consulta a la ciudadanía para decidir si prefieren continuar con la actual monarquía hereditaría o prefieren optar por una nueva República.