La gobernadora de Hong Kong Carrie Lam expresó el lunes que la ciudad “aplaude totalmente” una reforma electoral que intensificaría sustancialmente en control del gobierno central y excluiría a los críticos de Beijing.
Las autoridades chinas han indicado que la propuesta, presentada ante el Congreso Nacional del Pueblo de China, estipula que la comisión pro-Beijing que elige a la mandataria hongkonesa también elegiría a gran parte de la legislatura, a fin de asegurarse de que la administración local quede en manos “patriotas”.
La Comisión Electoral además tendría el derecho de evaluar a los candidatos al Consejo Legislativo y por lo tanto bloquear a quienes considere desleales a China a al hegemónico Partido Comunista.
Actualmente, la mitad de la legislatura hongkonesa es elegida directamente por el pueblo, aunque la renuncia masiva de legisladores opositores, en protesta por la expulsión de cuatro colegas suyos, ha dejado a la entidad totalmente bajo el dominio de políticos afines al gobierno central en Beijing.
“Hay fallas en el sistema electoral, hay fallas en el sistema en Hong Kong”, expresó Lam en conferencia de prensa tras regresar de una reunión del Congreso Nacional del Pueblo en Beijing. “Comprendo completamente que este no es un tema que puede ser resuelto totalmente por el gobierno”.
“Me complace saber que las autoridades centrales han nuevamente ejercido sus poderes constitucionales para ayudar a resolver este problema en Hong Kong”, añadió.
Se negó a dar detalles de los puntos de vista que compartió con las autoridades centrales en cuanto a la reforma electoral, y aseveró que partes de la legislación en Hong Kong tendrán que ser reevaluadas. Se da por sentado que el Congreso en Beijing aprobará la reforma, aunque es probable que no entre en vigencia inmediatamente.
La propuesta de reforma electoral ha suscitado críticas tanto a nivel nacional como internacional, incluso de Estados Unidos.
El viernes, el portavoz del Departamento de Estado Ned Price denunció la propuesta calificándola de “un ataque directo contra la autonomía de Hong Kong, contra las libertades de Hong Kong y los procesos democráticos. Es algo que limita la participación, reduce la representación democrática y reprime el debate político a fin de contrariar la clara voluntad del pueblo hongkonés y negarle voz en la formación de su propio gobierno”.