Ejecutivos de las grandes compañías petroleras del mundo han sostenido reuniones con representantes del régimen de Nicolás Maduro y la estatal PDVSA con el objetivo de tomar ventaja para cuando vuelva a abrirse la puerta de dicha industria a la iniciativa privada en Venezuela
Las más grandes empresas productoras como Chevron, la francesa Total y la italiana Eni podrían esperar a que se levanten las sanciones de Estados Unidos contra el país sudamericano, pero los actores más pequeños podrían comenzar cuando entren en vigor una serie de nuevas reglas que abrirán la industria a la empresa privada.
Nicolás Maduro dijo en un reciente discurso televisado: "Quiero decirles a los inversores de Estados Unidos y de todo el mundo que las puertas de Venezuela están abiertas para la industria petrolera".
Venezuela, empobrecido por la catastrófica gestión del dictador, se está quedando sin combustible para transportar alimentos ni dinero en efectivo para pagar las importaciones de necesidades básicas.
Maduro, quien en su momento se apoderó de los activos de Exxon Mobil y ConocoPhillips, promete aprobar una ley que pondrá fin oficialmente al monopolio petrolero en manos de la ruinosa PDVSA, que lleva años al borde de la quiebra.
