La primera dama de Estados Unidos, Melania Trump, reconoció finalmente durante la convención republicana que la pandemia de COVID-19 ha cambiado “drásticamente” las vidas de los estadounidenses y les ha generado mucha ansiedad.
Dichas palabras contrastan con el mensaje triunfalista de otras figuras que participaron en el encuentro, de cara a la elección presidencial.
En su discurso ante la convención republicana, desde el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca, Melania Trump toco el tema del racismo en el país y admitió que "la dura realidad es que no estamos orgullosos de algunas partes de la historia" de Estados Unidos.
En el contexto, Melania describió a su esposo como la mejor esperanza para el futuro de Estados Unidos; en tanto que el presidente Donald Trump recurría a familiares, aliados y a las atribuciones de la presidencia para impulsar sus opciones de reelección en la segunda jornada de la Convención Nacional Republicana.
El tono hospitalario contradecía muchas de las propias políticas impuestas por el actual gobierno, que tienen el objetivo de reducir la inmigración legal e ilegal.
