Los presidentes de República Dominicana, Panamá y Costa Rica expresaron este sábado preocupación por el deterioro de la seguridad, economía y de las instituciones de Haití, y reclamaron al gobierno de Nicaragua la libertad de las personas encarceladas en este país por motivos políticos
Al término de una cumbre que celebraron en esta ciudad turística del norte dominicano, los mandatarios Luis Abinader Corona, Laurentino Cortizo y Carlos Alvarado Quesada emitieron una declaración conjunta en la que se refieren a estos y otros temas de interés regional.
Sobre Haití sugieren que sea prorrogado y fortalecido el mandato del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, aprobado en el 2017, que crea una misión de mantenimiento de paz en este país para promover el desarrollo democrático y proteger los derechos humanos.
Llaman a Estados Unidos, la Unión Europea, Canadá, Francia y a toda a la comunidad internacional a “brindar todo el apoyo necesario a la Policía Nacional Haitiana con la inmediatez que amerita la gravedad de la situación”.
Reiteran una anterior propuesta que ellos hicieron durante una reunión previa en Panamá, de establecer “una hoja de ruta para implementar un plan de desarrollo integral para Haití que incluya la pacificación, la infraestructura, la reforestación y el financiamiento”.
Piden al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y a la Organización Panamericana de la Salud, que ayuden a “fortalecer el sistema de salud pública de Haití, priorizando la atención primaria, los cuidados materno e infantil, la vacunación contra el COVID y la medicina general”.
En otro orden expresan preocupación “por la situación en Nicaragua” y exigen del gobierno nicaragüense “la liberación inmediata de los presos políticos”.
Informan que han instruido a los ministros de relaciones exteriores de Costa Rica, Panamá y República Dominicana para que “al más alto nivel” expongan los propósitos de estos tres países de realizar una alianza regional dirigida a captar inversiones, fortalecer el comercio y desarrollar la capacidad económica de los tres países así como a compartir “los desafíos y preocupaciones que enfrentamos como región, tales como la situación migratoria, la situación de Haití y el acceso al financiamiento para el desarrollo”.
Específicamente recomiendan que esta iniciativa sea expuesta a socios estratégicos como Estados Unidos y la Unión Europea.
En su declaración, los presidentes asumen el compromiso de “promover una agenda regional orientada a la implementación y seguimiento de acciones conjuntas, para avanzar hacia un sistema robusto, eficiente, transparente y con alta capacidad de gestión”.
