Un año después de cancelada la temporada de la Liga Mexicana de Beisbol por la pandemia, Diablos Rojos afina detalles para retomar la actividad en este 2021. Han realizado ajustes administrativos y financieros para afrontar un torneo en circunstancias atípicas, la más severa es la restricción de recibir público en el estadio.
“Los jugadores no pagarán los platos rotos por la situación que provocó la pandemia”, aseguró el gerente deportivo de Diablos Rojos del México, Jorge Del Valle.
“Después de que se canceló la campaña el año pasado y que seguimos sin poder recibir aficionados en el estadio, hemos tenido que hacer ajustes económicos como todos. Pero buscamos fórmulas para que los peloteros no sean los perjudicados directos”, agregó.
La pretemporada inicia en dos semanas y la institución tiene un plan de reducción de gastos sin perder competitividad. Una de las medidas fue la reducción de fichajes de peloteros foráneos y mirar más hacia el talento formado en sus academias. También una estrategia de patrocinios que les permita sufragar lo que trajo la crisis sanitaria provocada por el Covid-19 y les tomó por sorpresa el año pasado.
“El recorte de contratación de beisbolistas de fuera es para no golpear el bolsillo de nuestro dueño (Alfredo Harp Helú)”, explica el gerente; “ni siquiera jugaremos con los siete foráneos que permite la liga. Esto servirá para dar más oportunidad a nuestro talento desarrollado en nuestras canteras”.
Si el equipo que iniciaba entrenamientos disponía de una lista de alrededor de 30 peloteros, ahora además contará con una burbuja donde tendrán otros tantos jóvenes listos para suplir las bajas tanto de Diablos como de Guerreros de Oaxaca. Además de que esperan nutrir de esta reserva el probable llamado para integrar la selección que competirá en los Juegos Olímpicos de Tokio.