En mitad de la tormenta y a punto de afrontar este sábado un duelo tan delicado como este clásico (16.00, Movistar LaLiga), Zidane nuevamente cierra filas y defiende el vestuario.
“He ganado muchas cosas con estos jugadores, siempre voy a estar a muerte con ellos. Son los que corren, luchan y pelean”, aseguró en la rueda de prensa previa al partido contra el Barcelona.
“Se oyen cosas un poco feas de fuera y soy el entrenador para decir que no pasa nada y sacar esto adelante. Tras un partido malo, hay que juntarse. No solo en el fútbol, también en la vida. Quiero estar con ellos”, agregó.
El entrenador blanco no dejó suelto en su discurso ni un matiz que pusiera en duda su respaldo a la plantilla.
“Mis jugadores siempre quieren y tienen motivación para hacer las cosas bien, pero no siempre salen. La actitud no va a ser el problema [en el Camp Nou]”, informó.
Para el choque de este sábado recupera a Sergio Ramos, ausente el miércoles contra el Shakhtar luego de un golpe en la rodilla izquierda que le dejó en el vestuario en el descanso ante el Cádiz. “Está al 100% recuperado, no vamos a arriesgar”, señaló.
Zidane insistió en la importancia de iniciar bien el encuentro, a diferencia de los dos anteriores.
“Empezamos mal. Cuando estuvimos un gol abajo, nos costó levantar la cabeza y hacer las cosas. Nos costó contra equipos muy metidos atrás”, analizó. “Nosotros no vamos de víctimas ni de nada. Este es un partido para reivindicar nuestra fortaleza. Tenemos que comenzar bien y jugar fuerte. Mañana es importante para nuestra imagen”, indicó.
El francés transmitió tranquilidad, más, por ejemplo, que antes del parón de selecciones, cuando todavía el mercado de fichajes estaba abierto.
“Siempre he sido muy crítico conmigo mismo, es el motor para mejorar. Tras una derrota, la mayor parte de las críticas me las llevo yo, y es normal. No vivo del pasado”, comentó. “De todas formas, este equipo siempre ha tenido altibajos, no solo conmigo”, advirtió.
Y cuando se le preguntó si siente que se juega su futuro, recordó que hace un año el Madrid también atravesó un momento difícil.
“Es lo que se dice, no ha cambiado nada. Es como la temporada pasada y la primera etapa”, subrayo.
Entonces resistió en un choque clave en Estambul y luego triunfó en las condiciones excepcionales del postconfinamiento.
Ahora la trama pasa por el Camp Nou y, tres días después, en una cita muy comprometida en Champions en Moenchengladbach.
