Por Óscar Antonio Roa
El 3 de julio es un día para recordar a un artista legendario en el mundo de Rock, su nombre, James Douglas Morrison. Se conmemora su 49° aniversario luctuoso.
El rey lagarto fue un ícono de la rebeldía e irreverencia que solo el rock & roll de la década de los 60´s podría ofrecer. Curiosamente, el destino de este joven influenciado por las costumbres de los nativos americanos estadounidenses, buscaría hacer una carrera en la industria cinematográfica en la Universidad de California en Los Angeles (UCLA), lugar donde conocería a otro estudiante, con quien en la playa de Venice, en la misma ciudad, fundarían en conjunto lo que se convertiría posteriormente en “The Doors”.
Sin duda, esta banda no puede ser pensada sin inmediatamente traer a la mente la idea de un joven rebelde, símbolo sexual para la juventud de esa década. Sin embargo, su personalidad iba más allá de su vida como estrella de rock, tenía un pensamiento profundo sobre diversos temas de la vida, todo expuesto en sus diferentes libros de poesía como lo es “Señores y Nuevas Creaturas”. Además, de las letras musicalizadas en los 6 álbumes de estudio grabados durante el período de 1967 a 1971.
La vida de Jim Morrison se caracterizó por una turbulencia mezclada con calma, sin duda alguna, llena de excesos, especialmente por la relación que llevaba con el alcohol, de acuerdo con varias entrevistas, su droga preferida, la cual lo llevaría a una serie de escándalos, uno de ellos durante un concierto en Miami en 1968, acto donde la banda se perdería uno de los festivales más recordados dentro de la industria de la música, nada más y nada menos que Woodstock.
Club de los 27 es al que pertenece, en una muerte bastante anunciada donde el misterio aún sigue circulando, pues poca información exacta se tiene de ese evento, aunque la versión oficial sea una sobredosis. Este artista partiría del mundo con una sonrisa irónica, dejando un legado mayor al musical, sus fans lo seguirían como el chamán del rock, pues la conexión que obtuvo con su audiencia, ha sido lograda por muy pocos artistas.
Morrison es más que otro ídolo de la música, representa hasta nuestros días la naturaleza de un alma controvertida, quizá por ello logró penetrar en la esencia misma de cada uno de sus seguidores, pronunciaba la verdad de una manera que permitía aceptarla, mientras improvisaba en cada uno de sus conciertos.