Cae venta de árboles navideños en Las Vigas

Productores de pinos certificados en las faldas del Cofre de Perote señalan que las ventas han caído a la mitad este 2020

Clientes mayores, los que más se esmeran en conservar la tradición, no han llegado a cortar su pino de Navidad. A diferencia de años anteriores, sin la amenaza de la enfermedad del SARS-CoV2, el rancho “La Yerbabuena” en Las Vigas de Ramírez registra una caída del 40 por ciento en sus ventas para esta época del año.

 

Poco a poco van llegando visitantes que cumplen con el protocolo sanitario y uso de cubrebocas, pero ahora son escasos los ancianos que hacen el viaje. Generalmente las parejas jóvenes acudían con sus hijos pequeños acompañados de los abuelos, pero en este 2020 esta tradición también está cambiado.

 

Los adultos mayores optan cuidarse del virus y mejor se quedan en casa. Con años dedicado a la producción y venta de árboles, Leonardo Fernández Landa considera como un hecho que para esta Navidad habrá menos visitantes y ventas en sus terrenos.

 

El productor independiente, quien ha dedicado 30 años al cultivo de árboles de Navidad y 14 años a su venta, explica que “los abuelos” generalmente son los compradores más fieles en el rancho “La Yerbabuena”, pero en esta ocasión están brillando por su ausencia.

 

El productor recomendó a los compradores a revisar en donde compran este adorno navideño. Menciona que el rancho “La Yerbabuena” cuenta con su respectivo registro de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), con el número de identificación.

 

"Y con ese numerito podemos transportar a dónde sea, dentro del país el arbolito de Navidad, con este número está asegurado el trayecto del arbolito a donde lo lleven y a cualquier estado de la República", añadió.

 

Fernández Landa insta a exigir el número de identificación al momento de adquirir un árbol.

 

En ese sentido, el productor aclaró que la Semarnat requiere a los silvicultores plantar en tierras de cultivo, y con lo anterior, no se devastan tierras. Entre los servicios proporcionados, los ranchos forestales captan agua, producen oxígeno y retienen bióxido de carbono. Pese a los beneficios de la producción silvícola, Veracruz reporta una baja actividad en cuanto a la reforestación.

 

Ante todo el esfuerzo e inversión, Leonardo consideró que los precios de los resultan competitivos entre las fincas forestales, aunque igual depende de cada silvicultor y la especie en venta, entre el pino oyamel, el Douglas, el Vikingo y el ciprés.

 

Confió que el escenario de la pandemia pronto permita una mayor movilidad de las personas y una reactivación económica, al menos para 2021.

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