El sector hotelero del país trata de mantenerse a flote más que obtener recursos luego de la reactivación económica tras el golpe que aconteció con el cierre de los establecimientos de alojamiento temporal por la pandemia de coronavirus, luego que la incertidumbre esta presente ante la posibilidad de cambio en los semáforos epidemiológicos.
El presidente de la Asociación Nacional de Cadenas Hoteleras (ANCH), Luis Barrios, mencionó que esta industria no recibió ayudas financieras o fiscales como el 97 por ciento de los hoteleros en el resto del mundo, la hotelería independiente y las empresas están tratando de sobrevivir a la crisis que causó la pandemia.
Informó que varios hoteles no están reabriendo sus puertas, algo que las mismas cadenas socias de la organización que preside han reportado.
El reporte del tercer trimestre de City Express, cadena que preside Barrios, subrayó que los planes de expansión se mantendrán con cautela hasta no tener mayor claridad del desempeño económico del país.
Hasta el mes de septiembre el crecimiento en número de habitaciones disponibles fue del 1.5 por ciento anual.
Las cadenas de hoteles que forman parte de la ANCH representan aproximadamente 289 mil habitaciones, es decir, 35 por ciento de los cuartos instalados, y se distribuyen en mil 900 establecimientos a lo largo del territorio mexicano.
En el año de 2018, las cadenas hoteleras aportaron 120 mil 240 millones de pesos a la economía de México, lo cual equivale a 67 por ciento del producto interno bruto (PIB) hotelero nacional, mientras la inversión ascendía a cerca de 42 mil millones de dólares.
Esta situación no es diferente para los agremiados en la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles (AMHM).
La organización informa una ocupación promedio en algunos destinos por arriba de 40 por ciento, como es el caso de la parte norte de Quintana Roo.
En Cancún todavía no abren todos los establecimientos, cerca de 30 por ciento permanecerían cerrados. Tras ello, las expectativas para finales de año son buenas.
