Advirtió la Iglesia católica a sus trabajadores en Ciudad del Vaticano que pueden arriesgarse a perder sus empleos si rechazan vacunarse contra el COVID19 sin razones legítimas de salud, así lo informó un decreto del cardenal Giuseppe Bertello dirigido hacia las 5 mil personas que laboran en la sede donde radica el papa Francisco. Bertello, quien es gobernador de la Ciudad del Vaticano, dijo que vacunarse era "la elección responsable" debido al riesgo de dañar a otras personas por coronavirus.
El Vaticano, Estado más pequeño del mundo con 44 hectáreas, tiene varios miles de empleados, la mayoría de los cuales viven en Italia. Su programa de vacunación comenzó en enero siendo el papa Francisco, de 84 años, uno de los primeros en recibir la dosis contra el coronavirus.
El decreto publicado esta jornada tiene al menos siete páginas donde se establece que aquellos que no pueden vacunarse por razones de salud pueden ser destinados a otro puesto, presumiblemente donde tendrían contacto con menos personas, pero recibirán el mismo pago, incluso si el nuevo puesto es de menor grado.
No obstante, se precisa que quienes se nieguen a vacunarse contra el covid-19 corren el riesgo de "graves consecuencias, que pueden incluir la conclusión de la relación laboral", sostiene el texto publicado en la página oficial dedicada a la salud y a la actual pandemia.
El artículo de la ley de 2011 indica que los empleados que rechacen "medidas preventivas" podrían ser sometidos a "diversos grados de consecuencias que podrían conducir al despido".
El decreto se firmó el 8 de febrero y después se publicó en el sitio web del departamento del gobernador.
Además, se establece una serie de sanciones como el dejar de utilizar el cubrebocas y el incumplimiento de la distancia de seguridad pueden ser objeto de multas que oscilan entre los 25 y los 50 euros (entre más de 6 mil y 12 mil pesos), así como la violación de la cuarentena, que prevé multas de hasta mil 500 euros (37 mil pesos).
El Papa Francisco es un gran partidario de las vacunas para detener el aumento del COVID. "Es una elección ética, porque estás jugando con tu salud, con tu vida, pero también estás jugando con la vida de los demás", menciono en una entrevista con una cadena de televisión italiana el mes pasado.
A través del Vaticano se ha hecho obligatoria la vacunación contra el coronavirus para los periodistas que acompañen al papa Francisco en su viaje a Irak en marzo. Bertello, quien firmó el decreto, dio positivo por coronavirus en diciembre y entró en autoaislamiento.
Hubo al menos de 30 casos de coronavirus en Ciudad del Vaticano, la mayoría de ellos entre la Guardia Suiza, que vive en un cuartel comunal.