Dos atentados suicidas se registraron ayer en el aeropuerto Internacional Hamid Karzai, en Kabul, que provocaron la muerte de 73 personas, entre las cuales hay 13 soldados estadunidenses.
Además, 140 personas se encuentran lesionadas, de las cuales, 18 son efectivos de la Unión Americana.
El grupo extremista Estado Islámico se atribuyó los atentados.
En un comunicado, el EI afirmó que uno de sus combatientes cruzó “todas las fortificaciones de seguridad” y se acercó a “cinco metros” de las fuerzas estadunidenses antes de detonar su cinturón de explosivos, informó Amaq, la agencia de propaganda del grupo yihadista.
Uno de los explosivos estalló en Abbey Gate, la zona por la que cruzan quienes buscan salir del país, a raíz de la victoria del régimen Talibán el pasado 15 de agosto.
El otro ocurrió en el Hotel Baron, en las inmediaciones del aeropuerto.
La agencia AFP reportó que otro incidente ocurrió cerca de la zona.
El portavoz del Talibán, Zabihullah Mujahid, explicó que algunas de las detonaciones fueron realizadas por las fuerzas estadunidenses para destruir sus equipos.
Podemos confirmar que varios militares estadunidenses murieron en el complejo ataque de hoy contra el aeropuerto de Kabul y que varios otros están siendo tratados por heridas”, declaró el portavoz del Departamento de Defensa de Estados Unidos, John Kirby.
También sabemos que varios afganos fueron víctimas de este ataque atroz”, agregó.
El general Frank McKenzie, jefe del Comando Central y quien está a cargo de la evacuación, dijo que los ataques no detendrán a Estados Unidos en su tarea de evacuar a sus ciudadanos y a otros aliados.
McKenzie indicó que hay una intensa presencia de seguridad en el aeropuerto y también utilizarán rutas alternas para trasladar a los evacuados.
Según la última actualización, alrededor de cinco mil personas esperaban abordar vuelos en el aeropuerto.
Al parecer el Talibán no estuvo involucrado en los atentados, incluso condenó los sucesos.
El ataque tuvo lugar en una zona donde las fuerzas estadunidenses son responsables de la seguridad”, afirmó Mujahid.
CUERPOS Y TROZOS DE CARNE”
Personas con las ropas empapadas de sangre y sollozando intentaban salir del lugar, mientras algunos heridos eran transportados en carretillas.
Cuerpos y trozos de carne fueron echados a un canal cercano”, describió Milad, un testigo de las agresiones.
Cuando la gente escuchó la explosión el pánico fue total. Los talibanes empezaron a disparar al aire para dispersar a la gente”, añadió.
Antes del ataque, Estados Unidos y otros aliados de la coalición en Afganistán advirtieron que informes de inteligencia indicaban que el brazo afgano del grupo yihadista Estado Islámico, el Estado Islámico-Khorasan (IS-K), estaba planeando ataques suicidas con bombas en el aeropuerto.
Se trata de un grupo que está en desacuerdo con los talibanes.
RADICALES ENEMIGOS DEL TALIBÁN
El Estado Islámico se atribuyó las explosiones suicidas en el aeropuerto internacional de Kabul. En esa zona, el EI tiene una fracción radical conocida como EI-K (ISIS-K, en inglés).
La K se refiere a Khorasan, una región de Asia Central que incluye a Afganistán, la cual en español se traduce como Gran Jorasán.
Las divisiones ideológicas separan a los dos grupos, de acuerdo con un reporte de la cadena Deutsche Welle.
El EI-K aspira a un califato que se extienda desde el sur de Asia hasta Asia Central; los talibanes buscan con un supuesto emirato en Afganistán.
De acuerdo con la cadena de noticias CNN, alrededor de 15 de los líderes de este grupo estaban en Afganistán.