El presidente del Gobierno español, y socialista Pedro Sánchez, consideró de inadmisible cualquier tipo de violencia y garantizó que en la democracia plena que es España su Ejecutivo garantizará en todo momento la seguridad, después de tres días de violentos disturbios tras la encarcelamiento del rapero Pablo Hasel.
Pedro Sánchez se expresó por vez primera públicamente en un acto en la ciudad de Mérida sobre las protestas violentas por el encarcelamiento del rapero Pablo Hasel por delitos como enaltecimiento del terrorismo e injurias a la Corona.
Pero en una democracia plena, y la española es una democracia plena, resulta inadmisible el uso de cualquier tipo de violencia“, agregó.
Sánchez prosiguió su reflexión reiterando que la violencia no es una libertad, sino un ataque a las libertades de los demás.
“La violencia es un ataque a la democracia y, en consecuencia, el Gobierno hará frente a cualquier tipo de violencia y garantizará la seguridad”, subrayó.
Sánchez no insinuó a la postura de Unidas Podemos, socios en su Gobierno de coalición, después de que portavoces de esta formación de izquierda hayan mostrado apoyo a las movilizaciones.
Partidos de oposición habían sugerido a Sánchez un pronunciamiento y el cese del vicepresidente segundo y líder de Podemos, Pablo Iglesias.
Las manifestaciones violentas desde el pasado martes dejan decenas de detenidos, entre ellos menores de edad, así como heridos, varios de ellos policías y una manifestante que perdió un ojo, además de serios datos en mobiliario urbano y negocios a pie de calle, en especial en ciudades como Barcelona, Madrid y Valencia.
Pablo Hasel ingresó el pasado martes a prisión tras ser detenido por la Policía, para cumplir una condena de nueve meses, seis años de inhabilitación para ejercer cargo público y el pago de casi 30 mil euros de multa por delitos de enaltecimiento del terrorismo e injurias contra la Corona y las instituciones del Estado español.
Hasel ya fue sentenciado en 2014 a dos años de cárcel por enaltecer el terrorismo, aunque la Audiencia Nacional española decidió en 2019 dejarla en suspenso por circunstancias como que carecía de antecedentes penales cuando fue condenado, mientras que luego sumó otras condenas por otros delitos y está a la espera de otro juicio por atacar a la Policía de Cataluña.
Su ingreso a prisión ha sido denunciado por numerosas voces del ámbito cultural en España, incluidos reconocidos artistas, y por organizaciones como Amnistía Internacional, mientras el Gobierno español se ha comprometido a revisar la legislación sobre los límites a la libertad de expresión para que determinadas manifestaciones en el contexto artístico no conlleven penas de cárcel.