Un tribunal en Tokio condenó con pena de muerte al “asesino de Twitter”, se trata de un hombre de 30 años que asesinó a nueve personas en su casa en el año 2017, los contactaba por Twitter y los citaba en su departamento.
Takahiro Shiraishi, admitió durante su juicio haber matado y desmembrado en solo dos meses a nueve personas de entre 15 y 26 años, incluidas ocho mujeres.
“He entendido”, dijo el llamado “asesino de Twitter” ante un tribunal este martes cuando los jueces le preguntaron si había escuchado el veredicto.
Cabe recordar que Shiraish dijo que estaba “listo” para aceptar tal veredicto hace un mes, descartando la posibilidad de una apelación, su abogado habían pedido una pena de prisión porque sus víctimas, que habían expresado pensamientos suicidas en las redes sociales, le habrían dado su consentimiento para morir.
Pero esta versión de los hechos, rechazada por el propio acusado, fue rechazada también por el tribunal, al igual que el intento de sus abogados de señalar posibles trastornos psiquiátricos en su cliente en un intento de obtener un veredicto más indulgente.
“Ninguna de las nueve víctimas consintió en ser asesinada, ni siquiera tácitamente”.
De acuerdo con el testimonio de Takahiro Shiraishi desmembró los cuerpos de sus víctimas y los guardó en su pequeño apartamento de Zama, un suburbio del suroeste de Tokio.
La policía descubrió en su casa 240 pedazos de restos humanos escondidos en neveras y cajas de herramientas, rociados con arena para gatos para intentar ocultar el olor de putrefacción, además encontraron los objetos con los que cometió el crimen; tijeras, cuchillos, una sierra y varias herramientas de carpintería.
El “caso del asesino de Twitter” conmocionó a Japón, un país con un índice de delincuencia muy bajo y también tuvo un fuerte impacto internacional, su modus operandi consistía en contactar a sus víctimas por Twitter, una red social muy popular, diciéndoles que podía ayudarles en sus planes suicidas o incluso que moriría a su lado.
Se presentaba como “verdugo profesional”, la policía finalmente lo arrestó mientras investigaba la desaparición de una mujer de 23 años cuyo hermano pudo entrar en su cuenta de Twitter, donde descubrió intercambios con una cuenta sospechosa.
La cuenta fue finalmente identificada como una de las que Shiraishi utilizaba para presentarse como “verdugo profesional”.