Cuba se convierte en líder de una carrera por la vacuna contra el COVID19 en América Latina

Cuba se convierte en líder de una carrera por la vacuna contra el COVID19 en América Latina

Luego de que varias naciones latinoamericanas prueban vacunas experimentales contra el COVID19 en el mundo y los pesos pesados de la economía regional, como Brasil y México, compiten por acuerdos de suministro con las principales farmacéuticas, Cuba tiene ya en camino dos vacunas propias en ensayos clínicos.

 

Si los esfuerzos de La Habana tienen éxito, la isla caribeña podría convertirse en un importante proveedor para países vecinos que de otro modo podrían tener dificultades para acceder al suministro de vacunas, ya que naciones occidentales ricas se apresuran a asegurar las dosis, mencionaron expertos regionales.

 

“El aporte de Cuba con su vacuna podría ser muy importante para ciertos grupos vulnerables de nuestra región” como los ancianos o comunidades indígenas remotas, informo el doctor José Moya, representante en Cuba de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

 

Si una vacuna cubana resulta segura y eficaz, estará disponible para su compra en la región a través de la OPS, la oficina regional para las Américas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), aseguro Moya.

 

COVAX, un programa codirigido por la OMS y la Coalición para la Innovación en la Preparación contra Epidemias (CEPI) para garantizar la distribución mundial de vacunas, estaba siguiendo el progreso de las vacunas en Cuba, dijo Moya en una entrevista.

 

Las dos candidatas vacunales de Cuba, conocidos como Soberana 01 y Soberana 02 no se encuentran entre las nueve que COVAX ha elegido para su cartera hasta la fecha, dijo un portavoz de CEPI.

 

Las vacunas se consideran cruciales para poner fin a una pandemia que ha cobrado más de 1,2 millones de vidas y ha golpeado la economía mundial.

 

Cuba produce 8 de las 12 vacunas en su programa nacional de inmunización y ha exportado cientos de millones de vacunas a más de 40 países, según el presidente de la corporación estatal BioCubaFarma, Eduardo Martínez.

 

Los programas Soberana 01 y Soberana 02 se están probando en cientos y decenas de personas, respectivamente. Funcionarios no han dicho cuándo esperan comenzar los ensayos fundamentales con miles de voluntarios.

 

Soberana 01 ha generado anticuerpos que bloquean la infección en ratas y conejos, y hasta ahora ha demostrado ser segura en ensayos en humanos de etapa intermedia.

 

Cuba dijo la semana pasada que espera tener dos vacunas COVID-19 más experimentales en ensayos clínicos para fin de año, incluida una administrada por la nariz para inmunizar las membranas mucosas, un punto de entrada clave para el virus.

 

Las expectativas de Cuba pueden verse como un reto cuando los investigadores estén listos para lanzar ensayos en etapa tardía. Las vacunas se prueban más fácilmente en lugares con una propagación desenfrenada del virus, pero la tasa de transmisión de Cuba es muy baja, con casi 500 casos activos confirmados.

 

Las tensiones políticas con vecinos como Brasil pueden dificultar que los investigadores cubanos encuentren sitios de prueba en el extranjero.

 

Funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores en Argentina y México, que están realizando ensayos en etapa tardía para varias vacunas, dijeron que no estaban al tanto de conversaciones con Cuba.

 

Cuba, con problemas de liquidez, también puede tener dificultades para comprar materias primas para la producción de vacunas a gran escala, situación por la cual lo que podría depender de otros países para manejar la fabricación, informo José Luis Di Fabio, excoordinador de vacunas de la OPS y representante de Cuba.

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