El secretario de Estado de EU, Mike Pompeo, apuntaló el giro de la política introducida por el presidente Donald Trump hacia la colonización israelí, al convertirse en el primer alto cargo de ese país en visitar oficialmente, y legitimar, un asentamiento en territorio ocupado palestino.
“Es una bendición estar aquí en Judea y Samaria”, escribió Pompeo en el libro de visitas de una bodega de la colonia de Psagot, con otros dos claros mensajes incluidos: utilizó el término bíblico judío para referirse a Cisjordania y dio validez a la actividad económica en asentamientos considerados ilegales por la comunidad internacional.
De hecho, el Departamento de Estado de EU anunció seguidamente que desde ahora se deberán etiquetar como “Fabricados en Israel” los bienes importados de estos lugares y de todo el Área C de Cisjordania, aunque, como los vinos de Psagot, provengan de uvas cultivadas en tierras privadas confiscadas a palestinos.
“El reconocimiento de una realidad”, repitió Pompeo durante la conferencia junto al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, cuando anunció su visita a los Altos del Golán sirios anexionados o ensalzó la que hizo anoche a la Ciudad de David, en el territorio ocupado de Jerusalén Este.
Hoy Pompeo dio un paso más y rompió con el protocolo por el que los representantes gubernamentales sólo acuden a Cisjordania en el marco de visitas con las autoridades palestinas, no israelíes. Y que nunca han pisado una colonia en visita oficial.
El gobierno sirio tildó de “provocadora” la histórica visita a los Altos del Golán.
