Miles de personas se manifestaron este sábado en Francia contra una ley que restringe la difusión malintencionada de imágenes de intervenciones policiales, considerada por los opositores al texto como un ataque a "la libertad de expresión".
La veintena de concentraciones en todo el país reunió a unas 22 mil personas, de las cuales 7 mil en París, unas 2 mil en Marsella y 1 mil 300 en Montpellier (sur), según datos proporcionados por la Prefectura de París y fuentes policiales a la AFP.
La Plaza de Trocadero en París se llenó de gente, bajo un importante despliegue policial, en una protesta que reunió perfiles diversos de manifestantes, como periodistas, asociaciones defensoras de los derechos humanos o chalecos amarillos (movimiento de contestación surgido en noviembre de 2018), constataron periodistas de la AFP.
Al terminar la protesta hubo momentos de tensión con las fuerzas policiales, que utilizaron cañones de agua y cargas para dispersar a la gente.
En Francia sigue en vigor un estricto confinamiento para hacer frente al Covid-19.
En Lille (norte), un millar de personas se manifestaron con pancartas con mensajes como "Orwell tenía razón", mientras también hubo más de mil manifestantes en Rennes (oeste). En Montpellier los manifestantes gritaron proclamas como "bajad vuestras armas, nosotros bajaremos nuestros teléfonos".
La Asamblea Nacional aprobó el viernes el artículo 24 de la ley de "seguridad global", el más criticado del texto al restringir la difusión de imágenes de los policías, aunque el gobierno introdujo en el último momento una enmienda que garantiza el "derecho a informar".
Este artículo castigará con penas máximas de un año de prisión y 45.000 euros de multa la difusión de la "imagen del rostro o de otros elementos que permitan la identificación" de policías o gendarmes y que pueda perjudicar "su integridad física o psíquica".
"Nos dirigimos hacia algo que no es una democracia", criticó Martine Wattoux, una manifestante chaleco amarillo presente en la protesta en París.
"Estamos preocupados por el lento deterioro del Estado de derecho que parece llevarnos hacia un Estado policial", denunció el abogado Arié Alimi, miembro de la dirección de la Liga de los Derechos Humanos, en una rueda de prensa en la que también participaron integrantes de Amnistía Internacional o sindicatos de periodistas, entre otros colectivos.
Además de restringir las imágenes de las acciones policiales, la ley de "seguridad global" también permite el uso de drones por la policía para grabar manifestaciones y el reconocimiento facial a través de cámaras de videovigilancia, entre otras medidas.