Un equipo internacional de investigadores llegó el jueves a la ciudad china donde se detectó por primera vez el coronavirus para llevar a cabo una investigación políticamente sensible sobre los orígenes de la pandemia en medio de la incertidumbre sobre si Beijing tratará de impedir hallazgos embarazosos.
El equipo de 10 miembros enviado a Wuhan por la Organización Mundial de la Salud (OMS) fue aprobado por el gobierno del presidente Xi Jinping tras meses de disputas diplomáticas que provocaron una inusual queja pública del director de la agencia de Naciones Unidas.
Los científicos sospechan que el virus que ha matado a 1,9 millones de personas en todo el mundo desde finales de 2019 saltó a los humanos desde murciélagos u otros animales, probablemente en el suroeste de China. El gobernante Partido Comunista, acuciado por las críticas de que permitió que la enfermedad se propagase sostiene que el virus llegó del extranjero, posiblemente en marisco importando, pero los científicos niegan esa hipótesis.
El equipo llegó al aeropuerto de Wuhan poco después de las 11:00 en un avión Scoot de color amarillo brillante y recorrieron un túnel improvisado de plástico transparente hasta la terminal. Los investigadores, que solo llevan mascarilla, fueron recibidos por personal del aeropuerto equipados con overoles protectores, cubrebocas y gafas. Dos miembros del equipo debieron permanecer en Singapur al dar positivo en una prueba de diagnóstico.
Deberán permanecer en cuarentena durante dos semanas y además se les realizará un hisopado de garganta y una prueba de anticuerpos, informó CGTN, el canal en inglés de la emisora estatal CCTV. Mientras permanezcan en cuarentena, trabajarán con expertos chinos vía videoconferencia.
En el grupo hay virólogos y otros expertos de Estados Unidos, Australia, Alemania, Japón, Gran Bretaña, Rusia, Holanda, Qatar y Vietnam.
Un vocero del gobierno dijo que esta semana “intercambiarán opiniones” con científicos chinos, pero no aclaró su podrán recabar evidencias.
Pasarán una cuarentena de dos semanas, además de someterse a una prueba PCR y a un test de anticuerpos para el COVID-19, según CGTN, el canal en inglés de la televisora estatal china CCTV. Está previsto que comiencen a trabajar con los expertos chinos por videoconferencia durante su aislamiento.
China rechazó los pedidos internacionales para una pesquisa luego de que el gobierno de Estados Unidos culpó a Beijing de la propagación del virus, que ha sumido a la economía global en su peor crisis desde la década de 1930.
Es poco probable que una única visita sirva para confirmar el origen del virus: determinar el reservorio animal de un brote suele ser una tarea exhaustiva que requiere años de investigación, incluyendo la toma de muestras de animales, análisis genéticos y estudios epidemiológicos.