Perú dio la autorización por primera vez para respetar la decisión de una psicóloga de poner fin a su vida cuando lo crea conveniente y ordenó a las autoridades médicas elaborar un protocolo para el cumplimiento de su deseo.
El juez Jorge Ramírez, de la Corte Superior de Lima, menciono en su sentencia que tampoco se castigará con tres años de cárcel -como establece la ley- al profesional que ayude a morir a Ana Estrada, de 43 años.
La autorización no da la posibilidad a más eutanasias, sino que solo será aplicable al caso de Estrada.
La mujer, psicóloga y activista por la muerte digna, padece desde al menos 30 años de polimiositis -una enfermedad inflamatoria incurable que causa debilidad muscular- que ha paralizado casi todos sus músculos. Pese a ello estudió y ejerció su profesión hasta que hace cuatro años el deterioro la obligó a estar en la cama casi todo el día.
En su departamento de un barrio de la capital Estrada es asistida por enfermeras y desde hace dos años escribe un blog titulado “Ana por una muerte digna” donde cuenta las razones que la han llevado a tomar esa decisión.
“Una gran puerta se ha abierto para mí”, dijo Estrada a la radio RPP luego de conocer la sentencia. “No se trata de querer morir, sino, por el contrario, de vivir este capítulo de mi vida con todo, como siempre lo he hecho, tomando mis propias decisiones”, señaló.
En 2019 Estrada escribió que “la muerte digna en el Perú es ilegal, vivo en un Estado que me quita la libertad y una vida sin libertad no es vida porque mi cuerpo le pertenece a este Estado”.
En 2020, apoyada por la Defensoría del Pueblo, presentó una acción de amparo para morir con dignidad cuando lo desee.
El juez ordenó en su sentencia que la decisión de Estrada “debe ejecutarse dentro de los 10 días hábiles contados a partir del momento en que ella manifieste su voluntad de poner fin a su vida”.
La eutanasia en Perú no está permitida y se castiga con hasta tres años de cárcel a quien ayude a morir a otra persona que así lo solicite.