Francia arranca esta semana el desconfinamiento gradual que prevé levantar casi todas las restricciones para finales de junio y que tiene como primera etapa el regreso a clases presenciales de los alumnos de secundaria y de instituto, así como el fin de las restricciones en los viajes al interior del país.
Después de dos semanas de vacaciones y otras dos de educación a distancia, alrededor de 5.6 millones de alumnos se reincorporaron a las clases presenciales con un protocolo sanitario reforzado, que entre mayo y junio prevé distribuir en los institutos y centros de secundaria 64 millones de autotest con el objetivo de hacer uno semanal por persona.
No obstante, los institutos alternarán cursos presenciales y a distancia para reducir a la mitad el aforo físico de las clases, y en los 15 departamentos franceses con una mayor circulación del virus, entre los que está incluida la región parisina. También se implantará ese modelo mixto en tercero y cuarto de secundaria.
"Francia puede enorgullecerse de ser uno de los países del mundo en el que más han estado abiertos los centros escolares y queremos seguir así", declaró el primer ministro, Jean Castex, en la inauguración de esta nueva etapa desde un instituto de Laxou, en el noreste del país.