Un cortocircuito sería el causante de un incendió que afectó a la prisión central de Gitega, la capital administrativa de Burundi (África), causando la muerte de al menos 38 personas y dejando a otras 69 heridas, de acuerdo con un balance oficial comunicado por el vicepresidente, Prosper Bazombanza.
Varios testigos señalaron que el fuego, que se desató a eso de las 4 de la mañana (hora local), calcinó por completo partes de esta prisión, que a fines de noviembre albergaba a 1.539 reclusos pese a haber sido construida con solo 400 plazas. Las llamas, calificadas de "enormes” por quienes presenciaron la tragedia, se extendieron con rapidez mientras los reos dormían.
"Cuando vimos la altura de las llamas nos pusimos a gritar pero los policías se negaban a abrir las puertas, diciendo que 'eran las órdenes'", explicó a la AFP un detenido contactado por teléfono. "No sé cómo, pero escapé. Hay prisioneros que se quemaron enteros", afirmó. Un incendio provocado también por un cortocircuito ya había afectado al recinto en agosto, sin dejar víctimas en esa ocasión.
El vicepresidente Bazombanza y cuatro ministros (Interior y Seguridad Pública, Justicia, Sanidad, Solidaridad) se dirigieron al lugar, donde la prensa fue mantenida a distancia por el despliegue de militares y policías. Una fuente policial dijo a la agencia AFP que los socorristas tardaron en llegar. El primer camión de Bomberos arribó a la cárcel dos horas después de haberse desatado las llamas.
El Ministerio del Interior aseguró que el fuego ya fue controlado. Entre los internos afectados por el incendio se encontraban presos políticos acusados del fallido golpe de Estado de 2015 contra el entonces presidente, Pierre Nkurunziza, quien falleció en 2020. La prisión de Gitega es la tercera más grande del país, y suele haber reclamos de los reclusos por las condiciones en que se encuentran encerrados.