El Gobierno de Italia aprobó un decreto que entre otras cosas refuerza el uso del certificado sanitario, excluyendo a los no vacunados del ocio, e impone la vacunación a policías y profesores, ante el aumento de los casos y para blindar la Navidad.
“Queremos prevenir para conservar, ser muy prudentes para evitar riesgos y conservar lo conquistado este año”, dijo en rueda de prensa el primer ministro, Mario Draghi, para quien la pandemia en el país está “bajo control” pero en “leve empeoramiento”.
En primer lugar se refuerza el “certificado sanitario“, que en Italia se pide para el ocio y el trabajo, entre otros ámbitos, y demuestra que se ha sido vacunado, se ha superado la enfermedad o se cuenta con un test negativo.
Ahora, entre el 6 de diciembre y el 15 de enero, para salvar la Navidad, solo será válido en los dos primeros supuestos.
Este pase “reforzado” será obligatorio en todo el país entre esos días y a partir de enero se requerirá en caso de que alguna región pase a zona amarilla o naranja, el segundo y tercer nivel de riesgo de una escala de colores de un total de cuatro.
Esto implica una nueva restricción para los no vacunados, que en caso de no haber superado la enfermedad, quedarán en la práctica excluidos de los espectáculos, eventos deportivos, bares y restaurantes, discotecas o ceremonias públicas, para las que se exige el documento.
Por otro lado, Draghi explicó que la cobertura de vacunación, que alcanza a 84 por ciento de la población, 45.5 millones de italianos mayores de doce años, empieza a “debilitarse” con el paso del tiempo, por lo que el certificado pasará de tener un año de validez a nueve meses.
Además el certificado sanitario en su versión primigenia, la de tres supuestos, será obligatorio desde el 6 de diciembre para entrar en hoteles, vestuarios de actividades deportivas, también al aire libre, y para los trenes regionales y el transporte público local.
La vacuna, obligatoria para personal sanitario y de las residencias de ancianos, será exigida al personal administrativo de la Sanidad, a docentes y a administradores de la Educación, militares, fuerzas del orden y de emergencias desde el 15 de diciembre.
El decreto aprobado por el Consejo de Ministros estipula también un refuerzo del sistema de control del certificado sanitario, obligando a los comités provinciales de orden y seguridad a crear planes de control del documento y a informar al Ministerio de Interior cada semana.
Draghi, que aseguró haberse puesto ya la tercera dosis, justificó esta vuelta de tuerca en el uso de este documento para proteger lo logrado tras casi dos años de batalla contra el coronavirus.
“Hemos tomado esta decisión con el deseo de seguir estando abiertos, divirtiéndonos, comprando, teniendo a los chicos contentos en la escuela y de luchar contra la pobreza”, alegó.
Italia ha registrado 12 mil 448 nuevos contagios en las últimas 24 horas, en niveles del pasado mayo (ayer fueron 10 mil 47), mientras que los muertos confirmados fueron 85, lo que eleva el balance provisional a las 133 mil 415 víctimas mortales desde febrero de 2020.