Gobernantes del mundo expresaron en la cumbre climática virtual cómo los países pueden liberarse de los combustibles fósiles dañinos para el ambiente, desde los kenianos que saltaron de las lámparas de querosén a la energía geotérmica hasta las empresas israelíes que buscan mejorar las baterías.
"No podemos ganar la lucha contra el cambio climático si no lo hacemos juntos globalmente", menciono el presidente de Kenia, Uhuru Muigai Kenyatta.
La segunda y última jornada de la cumbre de 40 gobernantes organizada por la Casa Blanca estuvo concentrada a promover grandes inversiones para que los países del mundo pasen a economías más limpias y prósperas en el largo plazo.
En comparación con EEUU y otros países ricos que dependen del carbón, Kenia se destaca como una nación más pobre que está estrechando la brecha tecnológica a pesar de sus recursos financieros limitados. En pocas décadas ha pasado de consumir carbón, querosén y madera al uso y producción de energía geotérmica, eólica y solar.
El presidente de Estados Unidos Joe Biden ha utilizado la cumbre virtual, alterada por ecos electrónicos intermitentes y otros problemas técnicos, para destacar el regreso de Estados Unidos a la campaña internacional contra el cambio climático, resueltamente abandonada por su predecesor Donald Trump.
La pandemia COVID19 acorraló a la cumbre a adoptar el formato virtual, en el que secretarios del gabinete se desempeñaban como maestros de ceremonias para mantener la teleconferencia en movimiento.
Joe Biden aprovechó la cumbre también para destacar su propuesta de invertir 2.3 billones de dólares para reconstruir la maltrecha infraestructura estadounidense con sistemas de transporte, redes eléctricas y edificios eficientes y favorables al clima.
"Debemos asegurar que los trabajadores que prosperaron en las industrias de ayer y hoy tengan un mañana igualmente próspero en las nuevas industrias", señalo Biden.
El desarrollo tecnológico y la ampliación del consumo de la energía eólica y solar las ha vuelto competitivas contra el carbón y el gas natural en Estados Unidos, menciono Biden y la inversión impulsará las energías prósperas y limpias "en cosas en que ni siquiera hemos pensado hasta ahora".
Todo está derivado de un argumento que según el gobierno significará el éxito o la ruina de la visión climática de Biden: las inversiones de billones de dólares en tecnología, investigación e infraestructura limpias proyectarán una economía estadounidense competitiva hacia el futuro y crearán empleos a la vez que salvarán el planeta.
En la jornada final de la cumbre, los multimillonarios Bill Gates y Mike Bloomberg, junto con dirigentes de sindicatos metalúrgicos y eléctricos se pronunciaron a favor de fuentes de energía renovables como la solar.
"No podemos vencer el cambio climático sin un monto histórico de nuevas inversiones", dijo Bloomberg.
Presidentes y primeros ministros de diversos países describieron sus propias inversiones y compromisos para apartarse del petróleo y el carbón, que son dañinos para el ambiente.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, habló de los científicos en cientos de empresas que buscan mejorar la capacidad de las baterías, un aspecto clave de las energías renovables.
La primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, reiteró el compromiso de su gobierno para poner fin a la exploración de petróleo y gas en el Mar del Norte, al pasar de las torres petroleras a las granjas eólicas.