Alemania reportó un récord de 590 fallecidos por coronavirus en 24 horas, aun al ser la nación europea más elogiada por su manejo de la pandemia durante la primera ola.
No obstante, el día más mortífero llegó el pasado martes y, con ello, un duro comunicado de la canciller Angela Merkel.
Frente al Parlamento alemán, Merkel manifestó un inusual y vibrante discurso en el que urgió a tomar acciones contra el creciente golpe de la pandemia en el país.
Alertó que las restricciones a nivel nacional impuestas el 2 de noviembre no habían demostrado ser lo suficientemente efectivas, con demasiadas personas fallecidas o en unidades de cuidados intensivos con coronavirus.
“A partir de hoy, quedan exactamente 13 días hasta Navidad. Y debemos hacer todo lo posible para no tener de nuevo un aumento exponencial de contagios. Solo quiero decir una cosa: si de aquí a Navidad tenemos muchos contactos y, finalmente, esta es la última Navidad que celebramos con los abuelos, habremos fallado en algo, y eso no puede suceder“, menciono Merkel.
Merkel exhortó a los líderes estatales federales a comenzar las vacaciones de Navidad antes, el 16 de diciembre en lugar del 19 de diciembre, para ayudar a las personas a limitar sus contactos y permitirles confinarse por más tiempo antes de ver a familiares mayores.
La Canciller además quiere que se implemente un bloqueo total durante varios días, posiblemente dos semanas, después de Navidad para reducir las tasas de contagios. Pero para que eso suceda, necesita que los líderes de los 16 estados estén de su lado.
