Organizaciones de rescate y el Vaticano condenaron los fallecimientos de migrantes que se trasladaban en embarcaciones de traficantes no aptas para el mar, al tiempo que lamentaron que las naciones frente al mar Mediterráneo decidieron no enviar barcos para salvarlos.
La organización de ayuda Alarm Phone informó en un tuit que, a pesar de que un avión de reconocimiento localizó el miércoles una embarcación abarrotada en el mar al norte de Libia y de las peticiones de ayuda de los ocupantes, “sólo actores no estatales buscaron activamente la embarcación en peligro en el mar.”
Para cuando el barco del grupo benéfico llegó al sitio el jueves por la tarde, la embarcación había naufragado y se cree que los aproximadamente 130 pasajeros se ahogaron.
“Abandonados y sepultados en el mar”, se leyó este domingo en el titular sobre una fotografía del mar en la portada de L'Osservatore Romano, el periódico del Vaticano.
El papa Francisco comentó sobre la denuncia en el periódico y señaló que era un “momento vergonzoso".
“Oremos por estos hermanos y hermanas... por aquellos que pueden ayudar, pero prefieren mirar hacia otro lado. Oremos en silencio por ellos”, menciono al público que estaba en la plaza de San Pedro.
La existencia de la embarcación peligrosamente sobrepoblada fue informada en una llamada al grupo Alarm Phone el miércoles.
Alarm Phone indicó que estuvo en contacto con el barco en un periodo de 10 horas el miércoles. Detalló que “transmitió repetidamente su posición GPS y la grave situación a bordo a las autoridades europeas y libias y al público en general”.
Frontex, la agencia de protección fronteriza de la Unión Europea, comentó a The Associated Press en entrevista que había alertado a las autoridades italianas, maltesas y libias luego que uno de sus aviones de patrulla avistó la embarcación.