La oficina del primer ministro de Francia dio a conocer que a partir del martes, París se pondrá en alerta máxima por COVID-19, por lo que los bares estarán obligados a cerrar durante dos semanas y los restaurantes tendrán que implementar nuevos protocolos sanitarios para permanecer abiertos.
En Francia, las ciudades pasan a esta categoría cuando superan los tres baremos establecidos por el Gobierno: cuando la tasa de incidencia supera los 250 positivos por cada 100 mil habitantes entre la población en general o los 100 casos entre las personas mayores, así como cuando el 30 % de las camas están ocupadas por pacientes de Covid-19.
París y parte de su periferia sobrepasó dicho límite el pasado jueves, con 263 y 105 casos respectivamente y una tasa de ocupación que ronda el 35 % en las unidades de cuidados intensivos.