En la Casa Blanca la masiva presencia de manifestantes desafiaron el comienzo de la tercera jornada de toque de queda en Washington DC, escenario de disturbios en los últimos días que han obligado al despliegue de tropas de la Guardia Nacional.
Justo a las 7 pm, cuando daba inicio la restricción en el Distrito de Columbia, donde está Washington, las cacerolas empezaron a sonar en algunas zonas, en respuesta a una convocatoria que circuló en redes sociales, con la intención de sumarse a las protestas por la muerte, hace ya una semana, del afroamericano George Floyd a manos de un policía blanco.
“Esta noche. 7pm. Consigue tus ollas, consigue tus cucharas, dirígete a una ventana o balcón abierto, golpea como el infierno”, se leía en uno de los mensajes en Twitter, cuyo autor explicaba que “se llama cacerolazo” y “lo perfeccionaron en América Latina como una forma de protestar contra los regímenes autoritarios durante el toque de queda”.
El mismo usuario, al constatar lo ocurrido, agregó: “es oficial. Los gringos están haciendo cacerolazo”.
Aparentemente la propuesta surgió buscando la manera más segura para unir sus voces durante la noche y enviar el mensaje de apoyo al lema que los manifestantes repiten en distintos puntos del país.
Mientras la mayoría de los habitantes de Washington DC acataban la orden de permanecer en casa debido al toque de queda, otros miles decidieron quedarse en los alrededores de la Casa Blanca.
El parque de Lafayette Square, de donde este lunes fue dispersados los manifestantes con gases lacrimógenos para que el presidente estadounidense, Donald Trump, pudiera cruzar a pie la plaza y hacerse una foto delante de una iglesia, estaba repleta cuando el reloj marcó la 19:00 h y los presentes parecían poco dispuestos a retirarse en cumplimiento del toque de queda.
Juan Aguilar
Información de agencias
Foto Cuartoscuro