Las autoridades en Alemania condenaron el domingo las acciones de 20,000 personas que se manifestaron contra las restricciones debido al coronavirus reuniéndose en una plaza de la ciudad de Leipzig, la mayoría sin cubrebocas, y pidieron una investigación sobre cómo la protesta pudo salirse de control.
La ciudad intentó trasladar la manifestación del sábado a un lugar más grande después de calcular que solo 5,000 personas podrían reunirse en la explanada Augustusplatz y mantener la sana distancia. Sin embargo, un tribunal anuló en el último minuto la orden de la ciudad y la manifestación siguió adelante.
Después de que el mitin creció a 20,000 personas y las autoridades determinaron que no se estaban siguiendo las regulaciones anti-coronavirus, se le dijo a la multitud que se dispersara. Pero miles se quedaron, algunos peleando con los reporteros y lanzando objetos y fuegos artificiales a la policía.
“Lo que vimos ayer en Leipzig no se puede justificar”, dijo la ministra de Justicia, Christine Lambrecht. “La libertad de manifestarse no es la libertad de usar la violencia o poner a otros en un riesgo masivo”.
La funcionaria “condenó enérgicamente” los ataques a la policía y la prensa, y pidió una investigación sobre cómo la situación pudo agravarse, una queja que manifestaron muchos, incluidos los partidos de oposición.
El centro de control de enfermedades del país, el Instituto Robert Koch, dijo el domingo que Alemania tuvo 16.017 nuevos casos durante la noche y 23,300 el día anterior. El número de muertos por coronavirus en el país es de 11.289.