Mientras las autoridades trabajan en el domicilio ubicado en calle Margaritas, dentro de la colonia Lomas de San Miguel, en Atizapán de Zaragoza, habitantes de las colonias aledañas, llegan con curiosidad para tener detalles de Andrés "N", del que se dice que es un asesino serial.
El señor Rafael nunca se imaginó las manías de su vecino, al que conoce desde hace 30 años, "nunca le noté algo raro, era muy serio, pero no vi nada malo en el señor (...) tenía una hermana y una sobrina pero se regresaron a Oaxaca.
Foto: Arianna Alfaro | La Prensa
"La gente de aquí, anda enojadísima, por lo que pasó, ayer vinieron muchas mujeres enojadas, hasta lo hubieran pinchado", contó para LA PRENSA el señor quien refirió que Andrés "N", no se metía con nadie, "nunca le conocí una novia, era una persona normal".
El ahora conocido como “El monstruo de Atizapán”, durante un tiempo se dedicó a la venta de materiales para construcción, según el relato de Rafael, "no tenía amigos que invitara a su casa, ni mujeres, al menos no se los conocían en el lugar", dijo aún asombrado de la detenciones de su vecino, el pasado sábado.
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Rocío, propietaria de una tienda de abarrotes sobre calle Margaritas, se dijo sorprendida por los hechos ocurridos, "tengo hijas y sí da miedo que alguien así viva tan cerca, ojalá las autoridades hagan todo para que pague, si es responsable de las muertes".
Lo que la tendera recuerda de Andrés, es que era tranquilo y solo le compraba cervezas, aunque nunca lo vio con mujeres, ni se enteró que tuviera problemas con alguien de la zona, "él lleva muchos años aquí en la colonia, hasta fue presidente de la colonia, así que casi todos le hablaban".
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Comentó para este diario, que para "todos fue una sorpresa cuando vimos las patrullas aquí afuera, nadie sabía lo que estaba pasando", pero sí da miedo pensar en qué andan en cada casa".
Foto: Arianna Alfaro | La Prensa
"Él se entregó solito, en cuanto entraron los policías, admitió que era culpable y dijo dónde estaba el cuerpo", comentó Laura, una mujer con domicilio en la misma zona, "pero ni pensar eso del chino (como le decían de cariño), sí era medio borrachín", expresó con un ademán típico de la mano para imitar una bebida.
Los vecinos, en especial las mujeres, piden que se esclarezca el caso, que se sepa de quiénes son los cuerpos y cómo es que nadie se dio cuenta en tantos años, siendo que también tuvo un puesto dentro de la comunidad.
Fuente: Arianna Alfaro| La Prensa