Los analistas del sector privado acusan que el Gobierno federal visualiza la participación privada en la economía como un debilitamiento del Estado, en particular en energía. “Parece ver a los sectores público y privado en un ‘juego de suma cero’, en el que la ganancia de uno es la pérdida del otro. No como un ‘juego cooperativo’, en el que ambos y el todo -o sea, la sociedad- puedan ganar al final”.
La visión de suma cero puede impedir la inversión y la generación de empleo productivo, afirman los especialistas del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp), del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
“La recuperación del crecimiento económico a un nivel siquiera similar al de los últimos años, que fue ya de por sí decepcionantemente magro, sería muy difícil de lograr en los próximos. Ello a su vez significaría la preservación de los niveles de pobreza que recientemente se han elevado.
“En esta coyuntura de urgencia por comenzar una recuperación clara y sostenida de la economía, la iniciativa de ley para ‘regular’ la subcontratación laboral (outsourcing) a fin de evitar que se siga utilizando fraudulentamente y contra los derechos de los trabajadores, ha generado preocupación ante la posibilidad de que esto implique el cierre de un importante número de puestos de trabajo”, subraya el Ceesp.
Los analistas del CCE prevén que lo que viene es un momento sumamente inoportuno, la situación del mercado laboral se encuentra en un estado de precariedad por la desocupación, baja de la participación en el mismo y caída significativa de los ingresos familiares.
Incluyen en su análisis que datos de la Encueta de Ocupación y Empleo, del Inegi, y de Unicef, de la ONU, en México 65% de los hogares vieron reducido su ingreso, mientras que 29% señalaron haber perdido el empleo o su fuente de ingresos.
“La situación aún es incierta, más cuando la posibilidad de un rebote en contagios de Covid-19 obligue a un nuevo episodio de cierre parcial de actividades, sobre todo sin esquemas de apoyo por parte de las autoridades. Una vez más se considera pertinente insistir en la necesidad de que la política económica se concentre en lograr una recuperación rápida de la economía, que incluye dese luego el cuidado sanitario en ausencia de vacunas y remedios para el Covid-19.
“Eso es lo más importante para mitigar el daño que la crisis ha impuesto a la población. Para ello, es imprescindible y urgente un golpe de timón a la política pública, en favor del estado de derecho, la certidumbre y la confianza de los inversionistas”, señala el documento semanal del Ceesp.
