Un perito médico de la FGR le realizó una revisión médica y encontró anemia desarrollada y problemas sensibles en el esófago, así como una debilidad general en toda su salud, por lo que propuso su internación en un hospital. La familia de Lozoya pidió que un médico particular hiciera también una revisión, en la que encontró los mismos síntomas.
Por estos motivos, el Ministerio Público Federal ordenó su traslado a un hospital, donde permanecerá en calidad de detenido bajo estricta vigilancia policiaca.
La prensa consignó previamente que Lozoya había ingreso al Reclusorio Norte, algo que fue confirmado por el gobierno federal. De acuerdo con el secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, el exdirector de Pemex sí fue ingresado al Reclusorio Norte, sin embargo, al presentar molestias en su salud, se ordenó su traslado a un hospital, aunque no detalló a cuál.
“En el Reclusorio Norte,fue ingresado en este penal, pero fue trasladado inmediatamente después a un hospital privado por algunos síntomas y molestias que presentó”, afirmó.
El extitular de Pemex en los primeros años del sexenio del priista Enrique Peña Nieto (2012-2018) es acusado de realizar operaciones con recursos de procedencia ilícita (lavado de dinero) y también de cohecho e enriquecimiento ilícito. Desde que dejó el gobierno de Peña Nieto y se dieron los primeros señalamientos en su contra, se declaró inocente.