Un estudio de la UNAM expuso que el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto utilizó diversas secretarías de Estado con fines electorales para la compra de votos y cesó a funcionarios que investigaban actos de corrupción. Todo ello, de cara al proceso comicial federal de 2018.
El doctor en Ciencias Políticas, profesor adscrito al Centro de Estudios Políticos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, Héctor Zamitiz Gamboa, expuso que en el sexenio anterior se estableció un esquema para garantizar el flujo de dinero destinado a la compra del voto, coordinado por el titular de la Secretaría de Desarrollo Social y desde la secretaría de Finanzas del PRI.
El estudio La intervención del Poder Ejecutivo en las elecciones de 2018 en México cobra vigencia luego de las criticas del presidente Andrés Manuel López Obrador respecto al papel del Instituto Nacional Electoral (INE) en las elecciones pasadas, donde desde diversas dependencias eran usadas con fines electorales y no existieron sanciones al respecto.
Recordó que el 5 de marzo de 2018 Enrique Peña Nieto en respuesta a sus detractores que lo acusaron de utilizar a la Procuraduría General de la República (PGR) con fines políticos, afirmó “No me voy a meter en este proceso electoral”.
Sin embargo, varios hechos contradijeron su discurso, pues el titular del Ejecutivo tuvo, previo al proceso electoral, una estrategia basada en la erosión y manipulación de las instituciones y el Estado.
“Convertir a la Secretaría de Hacienda en arma de corrupción electoral, así como al Sistema de Administración Tributaria (SAT) y a la Unidad de Inteligencia Financiera en instrumentos de acoso fiscal contra los candidatos de la oposición”, se añade.
Se agrega que se utilizaron a la Secretaría de Gobernación y el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) para coordinar espionaje e intimidación de opositores críticos, todo ello de cara a las elecciones presidenciales del 2018.