OAXACA. La entidad ha sido afectada por fenómenos meteorológicos extremos, como huracanes, inundaciones, vientos fuertes y crecidas del mar; en contraparte, la sequía se prolonga por la deficiencia de precipitaciones en la última década.
Durante la temporada de lluvias, tormentas y ciclones tropicales en la ciudad de Oaxaca es constante ver desprendimientos de ramas de las copas de los árboles centenarios o incluso los árboles completos se vienen abajo por los ventarrones, causando daños materiales en vehículos y viviendas dejando lesionados y hasta personas fallecidas.
Por esta causa, la ciudad de Oaxaca perdió casi un centenar de árboles urbanos de distintas edades, especies y tamaños sembrados dentro de la jurisdicción; entre éstos se contabilizan 3 árboles considerados notables y emblemáticos localizados en el perímetro del centro histórico, informó Clemente Jesús López, subdirector del Medio Ambiente de la capital.
Recordó que el 15 de septiembre del año pasado, en menos de 48 horas, cayeron dos de los laureles centenarios que cobijaban con su sombra a los visitantes en el Jardín Constitución.
De igual manera, la tempestad del pasado 8 de agosto provocó la caída de un árbol de higo; años de vida acabaron sobre la calzada de la República, un ejemplar notable al parecer plantado por el general Guadalupe Victoria, en 1812.
De los 100 árboles dispuestos en el Jardín Constitución y la Alameda de León son cuatro en riesgo de caer debido al avance del hongo ganoderma (que se alimenta de la raíz), sistema de raíces débiles, además, en grandes partes de los árboles la madera ya estaba inerte, lo que origina que se debiliten.
Por años se les escatimó adecuado trabajo de mantenimiento, tampoco se le suministró de nutrientes al suelo ni revisó el sistema del drenaje de las jardineras, escasa poda y aclareo. En dicha condición, los árboles adquieren la calidad de ejemplares peligrosos o en riesgo”, asentó.
Víctor Velasco, especialista en arbolado urbano e integrantes de la Sociedad Internacional de Arboricultura detalló que entre los servicios ambientales que ofrece el arbolado urbano se encuentran la captura de carbono, la reducción en la erosión al amortiguar el agua de la lluvia que impacta en el follaje, la filtración a través de sus raíces; y la provisión de alimentos, en el caso de los árboles frutales.
De igual manera, la vegetación en determinados espacios logra disminuir hasta en tres grados centígrados la temperatura ambiente, limitando el uso del aire acondicionado de hogares y oficinas; lo que en consecuencia genera un ahorro de energía y repercute positivamente en la economía de las personas.
El ingeniero agrónomo con orientación en Silvicultura y Manejo Forestal consideró que se requiere instrumentar programas de reforestación con árboles y arbustos, mediante una planeación de selección de especies adecuadas; ubicar sitios óptimos para albergar vida arbórea, mantenimiento y cuidado de la vegetación plantada para prolongar su exitencia.
El arbolado urbano es un elemento esencial para el bienestar individual y espiritual, que responde a derechos y deberes para toda la sociedad de gozar de servicios ambientales”.
Por lo anterior, opinó, es importante realizar una planificación adecuada del espacio, el suelo, el manejo de especies, el mantenimiento y la sanidad del arbolado urbano. De esta forma se evitan problemas de riesgo a la población humana y se reducen los costos.
Con relación a los 33 árboles notables declarados por el gobierno del estado, Velasco López explicó que el manejo de estos ejemplares rompe el esquema tradicional al que es sometido un árbol urbano, ya que a la par de la responsabilidad que representa, “la actividad que se ejerza sobre éste debe estar proyectada al menos a 50 años”.
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