La huella psicológica por el Covid-19 en la población mexicana será de mayor envergadura que la huella física, porque pese al alto número de fallecimientos que superan los 60 mil, superará la cantidad de personas afectadas en su salud mental después de la pandemia, destacaron especialistas de la Asociación Psiquiátrica Mexicana (APM), de la UNAM.
Bernardo Ng Solís, presidente de la APM, expuso que, de acuerdo con reportes, los tres países en el continente americano con mayor número de fallecidos por la Covid-19 son Estados Unidos, Brasil y México; en cambio, en la tasa de recuperados por 100 mil habitantes, Brasil ocupa el primer lugar y “el nuestro se coloca en el sexto lugar; es una tasa de recuperación baja comparada con las demás naciones”.
Dicha situación ha provocado el Síndrome de Estrés por Covid-19, término acuñado por la Universidad de Vancouver, Canadá, el cual es una combinación de manifestaciones como ansiedad y trauma emocional, apuntó.
Expuso que algunos de sus síntomas traumáticos pueden ser pensamientos intrusivos como miedo exagerado a salir a la calle, a infectarse, a tocar objetos o superficies potencialmente contaminados o tener pesadillas. Otro síntoma, puntualizó, es la xenofobia o aversión a las personas venidas de fuera, como los extranjeros, cuya manifestación en México es en contra del personal de salud.
Al participar en el ciclo de webinars “El autocuidado como un elemento esencial de las Políticas Públicas de Salud en el marco de la nueva normalidad” que organizó la Facultad de Química de la UNAM, refirió la fatiga generada por el uso de aplicaciones de videoconferencias en línea, una de las cuales diariamente tiene 300 millones de usuarios, señaló que los abordajes psicológicos refieren que se registra un agotamiento debido a que en las transmisiones hay retrasos en el audio, falta de contacto visual y una mayor tendencia multi-tasking, aunado a la vida sedentaria.
A su vez, Edilberto Peña de León, neuropsiquiatra y director general del Centro de Investigaciones del Sistema Nervioso (CISNE) México, informó que los síntomas psiquiátricos más reportados en asociación con la infección por la Covid-19 son insomnio, ansiedad, depresión y alteraciones cognitivas, en la conducta y en el estado de ánimo.
Asimismo, vivir el confinamiento en solitario genera distorsiones perceptuales o problemas en el control de impulsos, entre otros; quienes vivieron esta situación tienen 20 veces más posibilidad de requerir la asistencia con un psiquiatra, aseguró el experto al centrar su presentación en las consecuencias de la pandemia relacionadas con ansiedad y depresión.
Mencionó que a principios de año se realizó una encuesta en China a 608 personas, de las cuales, el 10 por ciento ya presentaban alguna fobia relacionada con la Covid-19. Para finales de mayo, se hizo lo propio en Estados Unidos y los resultados arrojaron que 40 por ciento de la población manifestó tener ansiedad por miedo a morir.
En este sentido, detalló que las fobias ligadas a las infecciones entran específicamente con las relacionadas con sangre, inyecciones o lesiones. La fobia es el padecimiento psiquiátrico más prevalente, caracterizado por presentar miedo irracional, reacción desproporcionada ante la exposición del estímulo y el desarrollo de conductas para evitarlo; cerca de 33 por ciento de la población puede tener una fobia, señaló el neuropsiquiatra.
El investigador de la Facultad de Química de la UNAM, Carlos Álvarez, destacó que la salud mental es un gran reto, pues la Organización Mundial de la Salud indica que, en la actualidad, más de 300 millones de personas sufren depresión y más de 260 millones tienen trastornos de ansiedad.
A nivel nacional, continuó, de acuerdo con estadísticas del Instituto Mexicano del Seguro Social, los problemas de salud mental afectan ya a 28 por ciento de la población y las tasas de suicidio se han incrementado en los últimos años.
Por Luis Carlos Rodríguez G.
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