México ha recibido al menos 1,2 millones de dosis de AstraZeneca que llegan a préstamo desde Estados Unidos.
Se trata del segundo embarque pactado entre ambos países para “compartir” vacunas y seguir en el combate a la pandemia.
Como parte del acuerdo, el Gobierno de López Obrador deberá reembolsar los biológicos enviados con otras dosis de AstraZeneca u otras vacunas, aunque las autoridades a ambos lados de la frontera no han revelado más detalles sobre el intercambio.
“Agradecemos al presidente Biden y su equipo por el apoyo brindado a esta prioridad de México”, ha escrito en sus redes sociales el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard.
El acuerdo bilateral contempla un total de 2,7 millones de dosis de AstraZeneca.
El primer embarque de 1,5 millones llegó el pasado domingo y fue el primer lote de vacunas que salió de territorio estadounidense.
Estados Unidos, el país que más vacunas ha administrado en el mundo, ha optado por una política nacionalista en la vacunación, aunque ha abierto la posibilidad de “compartir” vacunas con otros países conforme avance en la inmunización de sus habitantes. EE UU también anunció el envío de 1,5 millones de dosis a Canadá, en un intento por fortalecer sus relaciones diplomáticas con sus aliados norteamericanos.
La vacuna de AstraZeneca no ha sido aprobada para su uso de emergencia en Estados Unidos y la planta que tiene el laboratorio sueco-británico en West Chester (Ohio) ha almacenado desde hace semanas decenas de millones de dosis que no han podido utilizarse.
México, en cambio, dio luz verde al antígeno desarrollado por la Universidad de Oxford desde el pasado 5 de enero y es la principal apuesta de su plan de vacunación: con alrededor de 80 millones de dosis adquiridas en varios contratos.
El país latinoamericano apostó por el envasado local de las dosis de AstraZeneca, una estrategia que ha padecido problemas por los cuellos de botella en la cadena de suministro. México no ha podido aplicar ninguna vacuna manufacturada en su territorio, pero espera que el escollo se destrabe a partir de la tercera semana de abril, después de que los fármacos pasen por pruebas de calidad para que puedan ser administradas a la población.
El lote recibido de Estados Unidos, según dijo Ebrard, se concentrará en completar las segundas dosis para personas que recibieron esta vacuna a mediados de febrero, unas 870,000.
El resto, se infiere, se utilizará para avanzar en la vacunación en la Ciudad de México, la zona más poblada y afectada por la pandemia en el país.
México rebasó la semana pasada el umbral de las 200,000 defunciones por el coronavirus en cifras oficiales, aunque el Gobierno reconoció que ese número puede aumentar hasta las 320,000 muertes asociadas al virus.
El miércoles, el país batió su récord de dosis administradas en un solo día, al aplicar más de 467,000.
Las autoridades sanitarias tienen el reto de acelerar el ritmo de la vacunación y aumentar la cobertura. México, una de las potencias económicas de Latinoamérica, va más lento que países como Chile, Argentina, Uruguay y Brasil.
El objetivo que se ha impuesto la Administración de AMLO es vacunar a más de 15 millones de adultos mayores de 60 años antes de que termine abril, tras no cumplir el pronóstico inicial de lograrlo en marzo.
