La estrategia de seguridad del Gobierno Federal pensada en su política de “abrazos, no balazos”, no ha dado resultados y es un desastre, acusó el Partido Acción Nacional (PAN).
En un comunicado, la dirigencia nacional del PAN recordó que 2019 fue el año más violento del que se tenga registro en México y en 2020 se continúa registrando una gran ola de violencia muy alta en el país, “como la registrada el pasado 7 de junio, con 117 personas asesinadas”.
También, indicó que tras el atentado al titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, García Harfuch, urge que el Gobierno Federal implemente una estrategia para detener con decisión y firmeza la expansión de la delincuencia organizada en todo el país.
El dirigente del PAN, Marko Cortés Mendoza, exigió que el combate a la violencia se realice sin excepciones, de manera coordinada entre la Guardia Nacional y las policías civiles en los estados y municipios, con la participación estratégica de las Fuerzas Armadas.
“No podemos permitir sentirnos secuestrados por cárteles de la droga, que amenazan nuestra seguridad económica, física y psicológica. Es momento de que este gobierno les ponga un alto, aplique políticas de cero tolerancia y firmeza para contener su expansión en todo el territorio nacional”, añadió.
Y demandó que tanto a las fiscalías, como a los ministros y jueces se les proteja de cualquier amenaza y se aplique la ley con rigor a los grupos criminales, para evitar sucesos como el de Colima, donde asesinaron al juez federal Uriel Villegas y a su esposa.
“Señor presidente, si el crimen organizado nos ve unidos, será más difícil que se sigan expandiendo, que nos roben la tranquilidad, se apropie de estructuras de gobierno, policiales, empresariales o sociales. Es momento de dialogar para construir, de tender puentes entre todos para colaborar en la solución de la inseguridad”, enfatizó