En medio la pandemia y con el temor la violencia en estados como Tamaulipas, San Luis Potosí, Chihuahua y Baja California, alrededor de medio millón de migrantes regresan a México a pasar las fiestas de fin de año, lo cual se traduce en una derrama económica de alrededor de 10 mil millones de dólares en divisas, derrama económica y regalos.
“A pesar de algunas caravanas organizadas por autoridades federales para proteger a los paisanos que regresan a México, la violencia, la corrupción, extorsiones y ahora la pandemia, son los obstáculos de los mexicanos que buscan pasar la navidad y el año nuevo con sus paisanos en México”, dijo Carlos Arango, presidente del Frente Nacional Inmigrante.
Expuso en entrevista a ContraRéplica desde Chicago, que cada año retornan poco más de un millón de mexicanos que residen en Estados Unidos a México, “pero en este año, por la pandemia, por el temor a propagar contagios con sus familiares, se calcula que serán alrededor de 500 mil los paisanos que están viajando o ya llegaron a territorio mexicano”.
Dijo que a pesar del Programa Paisano, con más de 30 años de vigencia, las llamadas caravanas donde la Guardia Nacional custodia los vehículos de los mexicanos, persisten los casos de corrupción y extorsiones en aduanas, así como asaltos en carreteras, para quienes no pueden ir en esas caravanas. “Regresar a México es un turismo extremo, de alto riesgo, por más que digan que el país está en paz. Ahí están las cifras de homicidios y desapariciones”.
Saúl Mendoza vive y trabaja desde hace 15 años en Houston, Texas. Cada año regresa a Pátzcuaro, Michoacán a pasar las fiestas de fin de año, siempre en su camioneta, con su esposa, sus tres hijos y obsequios para sus padres y hermanos.
“Desde hace varios años conozco el riesgo de viajar por carretera, hay muchos asaltos, extorsiones, no te puedes parar en cualquier lado al baño o a comer. Cruzar por Tamaulipas es muy peligroso, no se diga por San Luis Potosí y aquí mismo en Michoacán. Vemos en las noticias de los cárteles, de los secuestros, de los homicidios, pero hay que ver a la familia, para eso trabajamos todo el año”.
Laura Vargas, originaria del poblado de Pastor Ortiz, Michoacán, regresó la semana pasada desde Los Ángeles, California, donde trabajó durante varios meses. “Vine a pasar la Navidad con mis padres y hermanos. Viajé por carretera hasta Tijuana donde abordé un avión hasta Guadalajara”.
“El aeropuerto en Tijuana llenísimo. Muchos paisanos prefirieron llegar desde California, Texas, Nevada y otros estados a Tijuana para tomar un vuelo rumbo a Guadalajara, Ciudad de México o Monterrey. No nos tomaron la temperatura, solo te exigen el cubrebocas. Tampoco hay nada de eso de sana distancia en las filas, ni el avión”, dijo a ContraRéplica.
Los que viajan en carretera, además del riesgo de contagio, están expuestos a la inseguridad. En redes sociales las denuncias no sólo de asaltos, sino también de extorsiones en “retenes” que instala el crimen organizado en estados como Tamaulipas y Nuevo León demuestran que en realidad regresar a México vía carretera, aún con el Operativo Paisano y una Oficina de Atención en Palacio Nacional, como lo ordenó el presidente López Obrador, es turismo de alto riesgo.
“Me exigieron mil dólares por dejarme seguir. Están armados, embozados, sobre la autopista Nuevo Laredo-Monterrey. Están a plena luz del día y a la vista de la policía estatal y de federales. ”, expuso en Twitter JuanMdz.
Lideres de organizaciones de paisanos y migrantes mexicanos han denunciado que ahora la modalidad es la extorsión, porque piden desde 200 a 1,000 dólares en dichos retenes y hasta te dan una contraseña para que otros grupos delictivos no te vuelvan a extorsionar.
Pero las extorsiones y asaltos no sólo son en carreteras sino también en la Aduana de Nuevo Laredo, ya que para tramitar el permiso de internación de mi camioneta a México, tienes que entrarle con 500 dólares para los agentes fiscales. Ello al margen de los mil 500 pesos para que te den la hoja de permiso. “Es una robadera y donde están los del Programa Paisano”, cuestionó Gilberto Pedraza, quien vive en Nueva Orleans y regresó a Pachuca a pasar la Navidad.
Edmundo Ramírez Martínez, especialista en temas migratorios, expuso que cada año en temporada navideña, los paisanos ingresan a México alrededor de 10 mil millones de dólares en efectivo, en derrama económica en hoteles, restaurantes, regalos y en efectivo. Este año se verá mermado ese ingreso por la pandemia, pero de ese dinero alrededor de 2 mil millones de pesos son parte de “las extorsiones y mordidas” que pagan miles de paisanos a agentes aduanales, federales, estatales, municipales y ahora al crimen.
