Hace más de dos meses, el jefe de la policía capitalina recibió amenazas directas del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). “Vamos a ir con todo”, le advirtieron.
El amago se concretó la mañana de ayer, cuando el mando y sus escoltas fueron emboscados en dos puntos de Lomas de Chapultepec. El ataque fue ejecutado por cuatro células de siete sicarios cada una.
García Harfuch recibió tres disparos, pero, tras ser operado, quedó fuera de peligro. Murieron dos de sus escoltas y una mujer que viajaba en un auto que quedó en el fuego cruzado. Tras varios operativos, autoridades detuvieron a 19 personas ligadas al atentado, entre ellos el presunto autor intelectual.
La seguridad del mando fue reforzada hace dos semanas: al menos diez agentes lo cuidaban luego de que inteligencia detectó amenazas contra funcionarios tras el asesinato del juez Uriel Villegas. Incluso había promesas de pago para quienes concretaran los atentados.
Analistas y especialistas en temas de seguridad se mostraron sorprendidos por el atentado contra el secretario de Seguridad local. También, dijeron que era esperado como reacción a las acciones del gobierno en contra de grupos criminales.
En entrevistas por separado con Pascal Beltrán del Río, para Imagen Radio, coincidieron también en que se trata de una reacción al congelamiento de sus cuentas bancarias.
EL CJNG LLEVÓ A CABO AMENAZAS
Desde hace más de dos meses, Omar García Harfuch, titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) recibió amenazas directas del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). “Vamos a ir con todo”, referían.
"Esta mañana fuimos cobardemente atacados por el CJNG, dos compañeros y amigos míos perdieron la vida, tengo tres impactos de bala y varias esquirlas. Nuestra Nación tiene que continuar haciéndole frente a la cobarde delincuencia organizada. Continuaremos trabajando”, tuiteó ayer el secretario a las 9:32 horas, apenas tres horas después de sufrir el atentado en Lomas de Chapultepec y antes de entrar a un quirófano.
Hace dos semanas, su equipo de seguridad fue reforzado: al menos diez escoltas vigilaban sus actividades luego que fueran identificadas por inteligencia federal amenazas de atentados en contra de al menos cuatro funcionarios, entre ellos, García Harfuch, luego del asesinato en Colima del juez federal Uriel Villegas Ortiz.
Incluso, fuentes de la SSC refirieron a este diario que se había fijado una remuneración económica para quienes concretaran el atentado contra García Harfuch.
Ayer el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana federal, Alfonso Durazo, confirmó las amenazas que pesan sobre García Harfuch.
"Estamos dando seguimiento a los grupos del crimen organizado, particularmente en torno a los más beligerantes; es frecuente que existan este tipo de amenazas. Hace una semana se registró una eventual amenaza a algunos funcionarios de seguridad pública”, dijo.
Lo que también fue confirmado por Durazo en el contexto del atentado fue el hecho de que el Centro Nacional de Inteligencia (antes Cisen) pudo interceptar una llamada que presuntamente era de algún jefe del CJNG, quien hablaba sobre un atentado a un alto funcionario del gobierno. Entre los blancos del cártel estaban Santiago Nieto, de Inteligencia Financiera; Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, el propio Durazo y García Harfuch.
La versión de esa llamada y la amenaza en contra de alguno de esos funcionarios fue presentada en una reunión de seguridad del gabinete, de las que se realizan a primera hora de cada día en Palacio Nacional.
De forma por demás discreta, además de las investigaciones internas que se hacen en la policía para saber si algún elemento podría estar involucrado con la filtración de información del itinerario y costumbres de García Harfuch, en instancias federales Excélsior pudo obtener la versión de un aviso sui generis.
Desde un reclusorio, donde están detenidos jefes de La Unión Tepito, se envió un mensaje, el cual señala que desde hace al menos dos semanas un grupo delictivo había pedido hacer “una chamba que desestabilizara”.
De inmediato las autoridades de la Ciudad de México emprendieron una investigación.
Al parecer el mensaje de los jefes de la Unión Tepito a las autoridades fue para evitar que las baterías de la policía capitalina se dirigieran hacia Tepito, su territorio, el cual disputan con la Anti-Unión, vinculada al CJNG.