En calidad de indocumentado, el actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llegó en 2006 a Tijuana a realizar negocios inmobiliarios que terminaron en un fraude de más de 200 millones de dólares, caso que se encuentra investigando la Fiscalía General de la República (FGR).
Acompañado de su hija Ivanka, sin ningún registro de su ingreso a México por parte del Instituto Nacional de Migración (INM), ni ninguna visa de trabajo o de negocios emitida por alguna autoridad mexicana, promocionó en revistas del estado un complejo denominado “Trump Ocean Resort” que construiría en playas de Tijuana y Rosarito.
Jaime Martínez Veloz, exdiputado federal y excandidato a alcalde en Tijuana y a quien hace cuatro años presentó esta denuncia, dijo a ContraRéplica que cada condominio tendría un costo de entre 350 mil y un millón de dólares. “En un solo día Trump y su hija recibieron adelantos por 200 millones de dólares, sólo en calidad de enganches”.
Subrayó que la FGR está obligada a investigar a cabalidad los actos delictivos que se realizaron al respecto porque promocionó los condominios en 2006 y en una revisión que realice no hay ningún permiso de construcción ni ante el gobierno de Tijuana o de Rosarito, ni el gobierno del estado ni a nivel federal. No hay ningún trámite registrado”.
Dijo que según las propias revistas de Tijuana contratadas por los Trump para la promoción de sus condominios “cobraron, según la misma información que ellos dan, el día de la venta 200 millones de dólares de enganches, sin que hubiera ningún aviso a la Secretaría de Hacienda con lo que existen delitos de carácter fiscal”.
“Un dato muy importante que me dio el Ministerio Público de la delegación de la Fiscalía General de la República la última vez que me citó, el año antepasado, es que la fiscalía solicitó al Instituto Nacional de Migración la información sobre si Trump había tramitado alguna visa de trabajo y la respuesta del Instituto de Migración fue que nunca hizo ningún trámite, por lo que no se le había otorgado ninguna visa de trabajo o de negocios en México”, apuntó.
Expuso que es muy significativo en Donald Trump que en la campaña pasada de 2016 nos acusaba a los mexicanos y migrantes de ilegales, de violadores, de bad man y resulta que el años antes hizo negocios en México sin tramitar su visa de trabajo, violentando la Ley de Inversión Extranjera, la propia Constitución que establece que nadie puede comprar predios a 50 kilómetros de las costas.
Martínez Veloz dijo que si bien está abierta está investigación en la FGR por los negocios y presuntos fraudes de Trump en México, es necesario que se avance y concrete la investigación para conocer quiénes eran sus socios en nuestro país y las personas defraudadas.
“No hay ningún permiso a nivel federal, estatal o municipal de las obras de cimentación que se realizaron, todo ello prácticamente a escondidas. Tampoco hubo ninguna acción de autoridades en ese entonces de las autoridades para detener la obra, supervisarla o exigir los permisos”, apuntó.
Recordó que 2006 cuando el mandatario estadounidense, Donald Trump, llegó a Tijuana queriendo realizar una inversión en playas mexicanas, entre Tijuana y Rosarito, con el objetivo de crear una serie de condominios de lujo.
Indicó que partiendo de que el actual presidente estadounidense recibió millones de dólares como pago anticipado por este proyecto, éste nunca pagó al fisco mexicano lo correspondiente. Lo anterior derivó en un delito de fraude fiscal, no sólo por defraudación a los inversionistas, sino también por no pagar impuestos por las acciones realizadas.
En 2017, Martínez Veloz amplió su denuncia agregando otro delito a los anteriormente mencionados, ya que la probable venta de playa dentro de una franja menor de 50 kilómetros a un extranjero se considera un delito fiscal, de acuerdo con el párrafo décimo, inciso I, del artículo 27 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Los condominios en Punta Bandera y por los cuales se pagaron, nunca se llegaron a realizar y Trump y la empresa constructora tampoco realizaron trámites con dependencias.
