Laura Alicia Palomares Aguilera, investigadora del Instituto de Biotecnología (IBT) de la Universidad Nacional Autónoma de México, dijo que la vacuna contra el Covid-19 que se elabora con el apoyo del Gobierno de la Ciudad de México busca garantizar la soberanía de investigación, tecnología y producción del reactivo y se prevé que esté lista en enero del 2022.
En entrevista con ContraRéplica expuso, a pesar de que la llamada “vacuna mexicana” estaría lista hasta el 2022, es importante su desarrollo, porque nadie sabe si la inmunidad de las vacunas que se están desarrollando por parte de laboratorios extranjeros será permanente y se requerirá volver a vacunar a un porcentaje importante de la población.
“Los mejores pronósticos son que sólo se va a poder vacunar a una parte de la población y si se requiere la administración repetida de la vacuna es un reto al que tenemos que ser capaces de responder a nivel país”.
Lo anterior, sumado a los posibles rebrotes del Covid-19 que ya están ocurriendo en muchos países que estaban controlando la pandemia, por lo que se requerirá por un largo tiempo inmunizar a la población.
“No se sabe al final si podremos o no reutilizar las vacunas que están en fase 3. No sabemos cuál será su eficacia y si podremos reutilizar esas vacunas, sobre todo, ante las últimas investigaciones que señalan que la inmunidad no será tan permanente como se pensaba, por lo que necesitamos tener más opciones de vacunas y tener tecnologías capacitantes, para que la próxima vez tengamos una respuesta mucho más rápida aquí en México”, indicó.
Comentó que la vacuna mexicana que se desarrolla contra el Covid-19 se encuentra en una fase inicial de aplicación a ratones y se pasará a hámsters, para saber si se logró protegerlos de la enfermedad. Una vez superado ello, pasaremos a la fase uno que son las pruebas con animales. Todo ello previo a que se puedan hacer las pruebas en humanos.
“Vamos al inicio de los inicios que son las pruebas en animales y la importancia de estas investigaciones y del desarrollo de esta vacuna es para que la próxima vez que ocurra una pandemia o una crisis sanitaria como la que estamos viviendo, no estemos como ahora en el país”, dijo la investigadora de la UNAM.
Destacó el apoyo del Gobierno de la Ciudad de México en el acondicionamiento de un laboratorio en el Instituto de Biotecnología de la UNAM en Ciudad Universitaria y en la construcción de otro con nivel de bioseguridad 3 que se requiere, estos servirán para avanzar en las investigaciones y protocolos de la vacuna mexicana contra el Covid-19.
Reconoció que el atraso en las investigaciones y protocolos para tener lista esta vacuna es por falta de financiamiento. “Todo depende del dinero y ahorita no tenemos financiamiento. Se requieren recursos para la fase experimental, compra de animales, pago de reactivos y la producción de un mayor número de vacunas para su aplicación y experimentación”.
Palomares Aguilera, expuso que ya se tiene toda la ruta critica para su producción, distribución y comercialización, ya que han platicado con los laboratorios Liomont quienes“han puesto a nuestra disposición sus instalaciones para la producción”.
“Los mejores pronósticos es que solo habrá vacunas para una fracción de la población y se tiene que repetir la dosis, por lo cual, tenemos que tener la capacidad de producirla y tener una vacuna propia. Además de que ninguna de las vacunas que están en fase tres han demostrado su eficacia” subrayó.
Cuestionada sobre la situación de la producción y aplicación de vacunas en México, dijo que en el tema de la cobertura, donde México tenía una gran fortaleza en el esquema de vacunación, ha disminuido y se está en un 90 por ciento y con la pandemia del Covid va disminuir aún más.
“En cuanto a la capacidad de producción de vacunas, desafortunadamente no tenemos la misma de antes, en parte porque los procesos tecnológicos han evolucionado y con excepción de la industria privada, actualmente sólo se produce la de hepatitis B. Estamos obsoletos”.
Palomares Aguilera, dijo; sin embargo, que el papel que México jugará en el proceso de la vacuna AstraZeneca es importante y crucial que tiene muchos retos técnicos, ya que no es sólo el envasado, porque tiene retos en materia de seguridad y esterilización de las vacunas.