Los lentos trabajos de búsqueda entre los restos de un edificio de departamentos que se derrumbó en Florida llegaron a su sexto día el martes, mientras las familias, desesperadas por ver avances, soportaban una desgarradora espera por respuestas.
Las operaciones de hoy se han visto complicadas por el mal tiempo en Miami, donde llueve copiosamente, lo que ha obligado a las autoridades a cambiar sus tácticas de búsqueda.
Los relámpagos son una de las principales preocupaciones de los equipos de Bomberos, dijeron las autoridades este mediodía.
“Continuamos esta gran y muy difícil misión, en la que aproximadamente tenemos 300 miembros [del equipo de rescate] que han estado trabajando noche y día, sin descanso. Esta labor se ha complicado de varias maneras, seguimos trabajando arduamente para conseguir resultados. No solamente en estos cuadrantes, capa por capa, es una labor muy metódica, que requiere mucha precisión”, dijo Erika Benítez, portavoz del Departamento de Bomberos de Miami-Dade.
“Hasta el momento se han retirado 3 millones de libras concreto y escombros, son 850 de yardas cúbicas”, destacó Benítez
Ayer lunes, la alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, dijo a la prensa: Tenemos a gente esperando y esperando y esperando noticias".
"Los tenemos enfrentándose a la noticia de que es posible que sus seres queridos no salgan con vida y aún esperan contra viendo y marea que así sea. Se están enterando de que algunos de sus seres queridos saldrán desmembrados. Este es el tipo de información que es insoportable para todos".
Las operaciones han sido delicadas y peligrosas. El lunes se recuperaron solo dos cuerpos más, elevando la cifra de muertes confirmadas a 11. Más de 150 personas continúan desaparecidas en la comunidad de Surfside, a las afueras de Miami. Uno de ellos fue del boricua Frankie Kleiman, de 55 años, esposo de Annie Ortiz, otra de las víctimas del colapso junto con su hijo Luis Andrés Bermúdez de 26 años.
Las autoridades se reúnen frecuentemente con las familias para explicarles qué se está haciendo y responder a sus preguntas. Han abordado con ellas todo tipo de cuestiones, desde cómo se dan las coincidencias de ADN que ayudan a identificar a los fallecidos a cómo se contactará con los familiares o a explicar “con todo detalle” cómo se realiza la busca en el montículo de restos, añadió la alcaldesa.
Armadas con todos esos conocimientos, las familias están llegando a sus propias conclusiones.
"Algunos se sienten más esperanzados, otros menos, porque no tenemos respuestas definitivas. Les damos los hechos. Los llevamos al lugar", agregó. "Han visto las operaciones. Ahora entienden cómo funcionan y se están preparando para las noticias, de un tipo u otro".
Los rescatistas retiran los escombros de forma manual y con maquinaria pesada mientras trabajan sobre la precaria pila de concreto pulverizado, acero retorcido y restos de decenas de apartamentos. En los trabajos participan bomberos, perros entrenados y expertos en búsqueda que utilizan radares y dispositivos de sonar.
Las labores siguen siendo una operación de búsqueda y rescate, aunque no se ha encontrado a nadie con vida desde las horas posteriores al derrumbe del jueves.