La cuarentena obligada por la pandemia de COVID-19, también afecta directamente la convivencia y visitas en los Centros Federales de Readaptación Social (CEFERESO) y en todas las prisiones del México. Según datos del Monitoreo de la pandemia en centros penitenciarios mexicanos, en su última actualización del 19 de mayo de 2021 hay 4451 contagios y 357 fallecimientos.
Durante meses las internas del CEFERESO de Morelos no han podido recibir visitas y las personas privadas de su libertad tienen mucha necesidad de ser escuchadas, ese aislamiento y el no poder ver a su familia aumentan la soledad y la frustración pudiendo generar incluso un ambiente agresivo”, dijo el padre Arturo Guerra, legionario de Cristo que acompaña a los jóvenes en las misiones penitenciarias desde hace ocho años.
Aprovechando las vacaciones de Semana Santa y verano, jóvenes de tercero de preparatoria y de Universidades como la UDEM, UDG y la Universidad Anáhuac se preparan para visitar internos de los CEFERESO, incluso pasaban nueve días en las Islas María, antes de que fuera clausurado ese Centro.
Para Juan Pablo Dávila, alumno del Cumbres Cancún, quien fue de misiones a un CEFERESO en Coahuila, comenta que es impactante ver que las películas y programas no proyectan lo que en realidad se vive en una prisión, agrega que: “los internos, por el hecho de haber cometido un error en su vida, no significa que sean malos por el resto de su vida. Es de las mejores experiencias en mi vida, incluso me aconsejan que haga caso a mis padres y que nunca me vaya por el camino fácil”.
Del 14 al 22 de julio el Padre Arturo Guerra, L.C., reinicia con un grupo de jóvenes las misiones en un CEFERESO femenil de Morelos, considerado el más grande de América Latina. Durante nueve días llevan talleres de pintura, música, filosofía y apoyo espiritual.
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