En respuesta a una petición que en 2017 hicieron organizaciones conservacionistas y el pueblo Tohono O’odham de Sonora, el Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco aprobó en su sesión de este viernes la resolución 44 COM 7B.114, donde insta a Estados Unidos a detener la construcción del muro fronterizo, trabajar con México para evaluar los daños en la Reserva de la Biosfera El Pinacate y Gran Desierto de Altar y en las tierras sagradas adyacentes, así como restaurar el paisaje y hábitat de la vida silvestre.
En su solicitud de hace cuatro años, el Centro para la Diversidad Biológica, Greenpeace México, el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda) y Wildlands Network, entre otros, exhortaron a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) a enlistar como patrimonio “en peligro” a esta área natural protegida situada en la frontera México-Estados Unidos, que cuenta con cinco mil kilómetros cuadrados y que colinda con el Refugio Nacional de Vida Silvestre Cabeza Prieta y Monumento Nacional Organ Pipe Cactus en EU.
“El Comité del Patrimonio Mundial insta al estado parte de Estados Unidos de América a que detenga cualquier obra adicional en el muro fronterizo entre la propiedad y las áreas protegidas adyacentes en EU y solicita al estado parte de EU que colabore con el estado parte de México, de conformidad con el párrafo 118 bis de las Directrices Operativas.
“El objetivo es realizar una evaluación de los impactos que las obras de construcción pudieran haber tenido ya en el VUE (Valor Universal Excepcional) de la propiedad y desarrollar las medidas adecuadas para asegurar la restauración de la conectividad ecológica y también solicita al estado parte que presente un informe de progreso al Centro del Patrimonio Mundial para que lo revise la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza)”, establece la resolución.
En entrevista con Excélsior, Alejandro Olivera, representante en México del Centro para la Diversidad Biológica, consideró que con esta decisión del Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco se da un paso importante hacia la reparación de la devastación que el muro fronterizo causó a las comunidades y a la vida silvestre.
“Se debe proteger la vida silvestre en el desierto de Sonora y se debe revertir el terrible daño que la construcción del muro ha infligido en ambos lados de la frontera”, dijo.
Instaron a biden a la restauración
Los grupos conservacionistas pidieron en febrero pasado al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que comience a restaurar más de media docena de zonas ecológicamente sensibles y culturalmente significativas afectadas por la construcción del muro, incluidas las áreas limítrofes con El Pinacate y Gran Desierto de Altar.
Una coalición de ONG envió a la administración federal y a los miembros del Congreso un documento detallando los criterios y zonas específicas en Arizona, California, Nuevo México y Texas, donde el muro debe derrumbarse y la tierra debe sanar, que incluyen refugios de vida silvestre, sitios sagrados, áreas y corredores silvestres, así como ríos.
La organización Wildlands Network hizo público hace unos días el primer mapa que documenta la construcción del muro fronterizo a través de Nuevo México y Arizona, que fue desarrollado mediante sensores remotos y un extenso trabajo de campo para evaluar lo que se completó de la obra y el progreso de las secciones que no se concluyeron.
Además, dio a conocer un StoryMap que destaca seis áreas prioritarias de restauración que incluyen sitios en las montañas Whitewater y Carrizalillo del lado de Nuevo México, y en las montañas Patagonia y Pajarito, así como el Refugio Nacional de Vida Silvestre de San Bernardino, en Arizona.
Hábitat de distintas especies
Michael Dax, director del Programa Western de Wildlands Network, reveló que numerosas especies como ciervos, berrendos, osos, pecaríes y pumas fueron impactadas por el muro, ya que aisló a sus poblaciones binacionales.
“Además, un jaguar fue visto recientemente en las Islas del Cielo del sureste de Arizona —apenas el séptimo avistamiento en los últimos 25 años—. La conectividad entre EU y México será esencial para la recuperación de las especies a largo plazo, especialmente a medida que más animales intenten viajar al norte, hacia hábitats históricamente ocupados”, subrayó.
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