El estado de California, en Estados Unidos, vive su segunda oleada de incendios del verano, en medio de una ola de calor donde se han registrado temperaturas superiores a las habituales. A causa del foco de llamas sin control obligó a muchos residentes a huir de sus hogares este lunes.
Luego de la primera oleada, cuando los fuegos se concentraron en el norte del estado, la segunda vez se presentó en el centro y el sur, con dos grandes fuegos que queman cerca de Los Ángeles y San Diego, y un tercero declarado en la Sierra Nevada.
Mientras que este tercero es el que más rápido se extendió este lunes, calcinando alrededor de dos docenas de casas en el pequeño pueblo de Big Creek y obligando a evacuar por completo a la población de Auberry, de 2.500 habitantes.
Tras el inicio del acontecimiento de este viernes, el fuego de Creek -como ha sido bautizado por el Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California (Cal Fire) - ya ha quemado aproximadamente 32.000 hectáreas, ya que las diez dotaciones de bomberos no han logrado ningún avance en las tareas de contención.
El tercer gran incendio iniciado este fin de semana arde también desde el sábado en una zona de vegetación al este de San Diego, cerca de la frontera con México, y ya ha calcinado más de 4.000 hectáreas.
Hasta el momento, al menos siete personas han muerto como resultado de los incendios de este año y unas 3.800 estructuras han sido dañadas o destruidas, según cifras de Cal Fire.