La actriz Naya Rivera murió hace dos meses tras ahogarse en un lago de California mientras paseaba con su hijo. Ahora, las autoridades revelaron los resultados toxicológicos de la autopsia.
La autopsia reveló que las pocas fuerzas que le quedaban, Rivera las utilizó para llevar a su hijo de cuatro años de regreso al bote.
En su viaje, la actriz de Glee alquiló un bote para pasear con su pequeño en julio, en el lago Piru. Durante su paseo, ambos decidieron lanzarse al agua para nadar; sin embargo, Rivera pidió a su hijo volver al bote, de acuerdo con un informe de investigación del condado de Ventura.
La intérprete lo ayudó a subir al bote y luego escuchó (a su madre) gritar ‘ayuda’ y ella levantó el brazo”, dice el informe. “Luego desapareció en el agua”.
De acuerdo con la autopsia, Naya murió por ahogamiento y su forma de muerte fue accidental como detalló el informe de la Oficina del Médico Forense del Condado de Ventura.
La investigación muestra que la actriz había estado tomando medicamentos para una infección nasal y que no tenía antecedentes de “ideación o intento suicida”.
Desde un inicio, a Rivera se le ofreció un chaleco salvavidas pero se negó a usarlo, como consta en el informe de investigación. Aún así, el empleado que le alquiló el bote a la actriz le proporcionó una chamarra.
Horas después de que Rivera se ahogara, el empleado fue a revisar al lago qué sucedía pues la actriz debía entregar el bote y no lo había hecho. Ahí halló al niño dormido y envuelto en una toalla con un chaleco salvavidas. Después de una búsqueda de seis días, las autoridades lograron hallar el cuerpo de la actriz en la zona noreste del lago en donde el agua tiene una profundidad de entre 10 a 18 metros de profundidad.
