Un naufragio frente a las costas libias dejó 20 muertos, unas horas después de que 74 personas fallecieran en otro, un nuevo drama de la migración en Libia, país del norte de África llena de una grave crisis desde 2011.
Los equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF) en la ciudad de Sorman (noreste) "asistieron a tres mujeres, únicas supervivientes de otro naufragio en el que 20 personas se ahogaron", informó la oenegé en su cuenta Twitter.
"Socorridas por pescadores locales, estaban en estado de conmoción y aterradas. Vieron desaparecer a sus seres queridos bajo las olas, morir ante sus ojos", indico MSF.
Momentos antes, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) mencionó un balance de al menos 74 muertos en otro naufragio frente a las costas de Khoms, ciudad libia situada a unos 180 kilómetros al este de Sorman.
Elementos de guardacostas libios y pescadores lograron trasladar a tierra a 47 supervivientes, que emprendieron esta peligrosa travesía del Mediterráneo para llegar a las costas italianas y a Europa.
Este jueves, los fallecidos recuperados o llevados por el agua hasta la orilla se encontraban alineados en la costa. Varios de ellos aún llevaban puesto el chaleco salvavidas. Unas imágenes que presentaron conmoción e indignación.
Se estremecían bajo unas mantas los supervivientes, con una mirada de cansancio y preocupación, mientras que los trabajadores humanitarios distribuían agua y paquetes de alimentos.
Un migrante con aspecto frágil mostraba a la cámara su tarjeta de refugiado. Con su mirada perdida, la barbilla apoyada en la mano, su compañero de ruta estaba envuelto en una manta gris con el logo de una asociación humanitaria.
Desde principios de año, más de 11 mil personas fueron reenviadas hacia este rico país petrolero de África presa de los conflictos, "ante el riesgo de exponerlos a violaciones de los derechos humanos, detenciones, abusos, al tráfico (de personas) y a la explotación", denunció la OIM.
Libia se cayó en el caos luego de la caída del régimen de Muamar Gadafi en 2011 y se encuentra dividida entre dos autoridades rivales: el Gobierno de Unión Nacional (GNA), con sede en Trípoli, en el oeste, y reconocido por la ONU, y un poder encarnado por Jalifa Haftar en el este.
Pese a una seguida inseguridad desde 2011, este país del norte de África permanece siendo una importante ruta migratoria para miles de migrantes, en su mayoría africanos, que huyen de la pobreza y la corrupción en sus países para intentar llegar a Europa, a menudo a costa de una odisea larga y difícil.
Tras los naufragios del jueves, la OIM pidió "restablecer el salvamento en el mar" y "poner fin a la detención de los refugiados y migrantes en Libia".